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Miércoles de Ceniza, tiempo para amar

Publicado: 13/02/2023: 11551

Cuaresma

Hoy celebramos el Miércoles de Ceniza, pórtico de entrada a la Cuaresma. En la celebración de ese día «bajamos la cabeza para recibir las cenizas. Cuando acabe la Cuaresma nos inclinaremos aún más para lavar los pies de los hermanos», nos dice el papa Francisco.

«La Cuaresma es un abajamiento humilde en nuestro interior y hacia los demás. Es entender que la salvación no es una escalada hacia la gloria, sino un abajamiento por amor. Es hacerse pequeños. En este camino, para no perder la dirección, pongámonos ante la cruz de Jesús: es la cátedra silenciosa de Dios. Miremos cada día sus llagas, las llagas que Él ha llevado al Cielo y muestra al Padre todos los días en su oración de intercesión. En esos agujeros reconocemos nuestro vacío, nuestras faltas, las heridas del pecado, los golpes que nos han hecho daño (…) en los vacíos más dolorosos de la vida, Dios nos espera con su misericordia infinita. Porque allí, donde somos más vulnerables, donde más nos avergonzamos, Él viene a nuestro encuentro. Y ahora que ha venido a nuestro encuentro, nos invita a regresar a Él, para volver a encontrar la alegría de ser amados», expresaba el papa Francisco en su homilía el Miércoles de Ceniza del año pasado. Nos adentramos en el Miércoles de Ceniza de la mano de tres de nuestros seminaristas diocesanos.

Cuarenta días caminando hacia la Pascua

Los más jóvenes, cada vez que escuchan la palabra “Cuaresma” recuerdan la canción de Ixcís que dice: "Cuarenta días caminando ¡Cuaresma!, hacia la Pascua de Jesús. La comunidad te anima a celebrar un nuevo cambio en tu vida”. Eso le ocurre a Juan Carlos López Lozano, Antonio del Río Mena y José Francisco Fernández Fuentes, seminaristas diocesanos.

Y es que, el Miércoles de Ceniza es el pórtico de entrada a la Cuaresma, «vamos a hacer una pausa en el Tiempo Ordinario para comenzar el de Cuaresma, 40 días caminando hacia la Pascua», explica Antonio del Río. 

En el Seminario Diocesano lo celebran como en todas las parroquias y comunidades, «en la celebración de la Eucaristía, que celebramos todos los días en el Seminario, se bendice la ceniza, que proviene de quemar las palmas y ramas de olivo sobrantes del Domingo de Ramos del año anterior, y la recibimos», afirman. 

Para Juan Carlos (20 años) que el Miércoles de Ceniza sea el pórtico de la Cuaresma significa que «es un tiempo de pausa para centrarnos en el encuentro con Cristo. Es la puerta de esos 40 días hacia la Pascua. Y así lo comparto con los jóvenes, como una oportunidad para que busquen a Cristo en su vida».

Juan Carlos, Antonio y José Francisco ante el Cristo de la Capilla del Císter // E. LLAMAS

Juan Carlos, Antonio y José Francisco ante el Cristo de la Capilla del Císter // E. LLAMAS

Oración, ayuno y limosna

Oración, ayuno y limosna son los tres pilares de la Cuaresma. ¿Se sigue entendiendo lo que significan cada uno de ellos? 

Con respecto al ayuno, «esto no va de adelgazar», expresa José Francisco, sino de «privarse de algo pensando en quienes carecen de los necesario. Además de los alimentos, cada uno puede ver de qué cosas se podría privar», añade Antonio, «y de qué actitudes», concluye Juan Carlos, pues «la Cuaresma es también un tiempo propicio para mirarnos a nosotros mismos y nuestros comportamientos. No nos viene mal pensar en ayunar de malas actitudes para llegar con otra mirada a la Pascua».

Y en cuanto a la limosna, José Francisco opina que «lo importante es que no nos quedemos encerrados en nosotros mismos, ni nos centremos en mejorar para ser más perfectos, sino en caminar con otros y tener presente al hermano que sufre pues, en este camino, todos vamos de la mano».

Puede parecer que la Cuaresma es un tiempo muy serio pero, en palabras de José Francisco, «no se trata de seriedad y tristeza, sino de preparación para una gran celebración que nos viene. Un tiempo que se nos propone para ir acercándonos al Señor, revisar nuestra vida y poder llegar a la Pascua y celebrarla en condiciones, con la plenitud que se merece».

Antes de despedir a nuestros tres seminaristas, les pedimos que nos den una recomendación para vivir este tiempo de Cuaresma. Juan Carlos propone el silencio: «aprovechar los retiros que nos ofrecen las parroquias y aprovechar el tiempo de silencio. En la vida tan ajetreada que llevamos no se nos invita a ello y es muy necesario». José Francisco opta por acudir al sacramento de la reconciliación: «es muy bonito recibir el perdón del Señor y prepararse así para las fiestas que se avecinan. También las parroquias ofrecen celebraciones del perdón en este tiempo». Antonio invita a acercarse a la Palabra de Dios: «contemplar la vida del Señor con la lectura del Evangelio, sobre todo los textos de la Pasión, en este tiempo de Cuaresma».

Encarni Llamas Fortes

Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.

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