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Paula Vega: «Siento a Dios caminando conmigo todo el tiempo»

Publicado: 15/11/2021: 9149

Así reza

Paula Vega estudia Teología en los Centros Diocesanos de Málaga. Esta joven feligresa de Santa María de la Amargura se ha convertido en apóstol de Instagram, llevando a las redes sociales mensajes sencillos sobre el Evangelio, la Teología y compartiendo con sus seguidores su ser y sentirse Iglesia.

«Mi vida es una oración constante, un diálogo interior con Dios que nunca se detiene», afirma convencida esta joven malagueña. «Intento vivir cada segundo estando conectada, como dice Fano, al WIFI que da vida. De esta forma, siento a Dios caminando conmigo todo el tiempo. No podría entender mi vida de otra forma».

Es de su abuela de quien tiene sus primeros recuerdos en torno a la oración. «Especialmente me inculcó el cariño a María desde muy temprano. Cada vez que rezo el rosario o el Ángelus, me acuerdo de ella». Desde ahí, Paula fue madurando su forma de rezar gracias al ejemplo de su madre, «que me enseñó que orar también significa hablar con Dios con total libertad y confianza, como un Padre Bueno que nos escucha y nos quiere».

En la actualidad su oración se basa en pequeños gestos simples y cotidianos que le hacen seguir conectada a Él durante el día. «El primer WhatsApp que me llega por las mañanas es el evangelio comentado por Antonio Aguilera, que reenvían mis hermanos de comunidad al grupo. Después, camino del trabajo me pongo música cristiana de fondo y aprovecho para hablar un ratito con Él. Le cuento mi día, mis inquietudes y mis ilusiones, y le pido que me acompañe. A las 12 de la mañana siempre me suena la alarma del reloj para rezar el Ángelus, y antes de las comidas bendigo los alimentos. También cuando estoy en el gimnasio, le ofrezco al Señor mi esfuerzo, porque sé que mi cuerpo es templo del Espíritu y tengo que cuidarlo. Por la noche, antes de quedarme dormida, rezo un Padrenuestro y utilizo un método muy útil que les enseño a mis niños y que yo misma he incorporado en mi oración: el método GPS, que consiste en dar las gracias, pedir perdón y suplicar por algo».

A la hora de recomendar la oración a quien no la practica, Paula le diría que «la oración constante en el día a día hace que nunca nos sintamos solos. En todo momento vas a sentir que tienes al mejor compañero de aventuras a tu lado que camina contigo, te anima, te fortalece y nunca te abandona. Además, vivir en esta constante oración te permite amar más y ser más bueno, porque en cada paso que te plantees dar le preguntarás: ¿Qué harías tú, Jesús?»

JACULATORIAS DURANTE EL DÍA

«Cuando estaba pasando por un momento de mucha ansiedad, comencé a rezar jaculatorias, que son oraciones o invocaciones breves que expresan amor y confianza. Dejaba que las palabras brotasen de mi corazón y le lanzaba mi plegaria a Dios, repitiéndola hasta que me calmaba. Hoy en día sigo rezando una muy a menudo durante el día: “Señor, quédate conmigo, cerquita, donde pueda sentirte”.»

A Paula también le gusta rezar ante el Santísimo. «Cuando estoy pasando por un mal momento o me encuentro perdida, intento buscar algunos ratitos delante del sagrario. Simplemente el sentarme en su presencia, aunque a veces no me salgan las palabras, me llena de una paz que no se puede explicar».

Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

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