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Entrevista a Miguel Ángel Martín

Publicado: 07/06/2010: 1458

Alguno de los mejores recuerdos de tus años en el Seminario.

–La convivencia y el día a día con los compañeros, especialmente con los de mi curso. Las actividades y vivencias de las tareas de pastoral, especialmente en el Seminario Menor.

–¿Qué es lo que más te ha costado de estos años?

–Sobre todo al principio, el desarraigo. Eso de déjalo todo y sígueme es bonito, pero cuesta. Otra de las cosas que cuesta es el someterte a la disciplina de la casa, ya que a veces estamos acostumbrados a ser independientes, a ir por libre. Aquí aprendemos la importancia del trabajo común y a poner las necesidades de los otros en conjunción con las nuestras, aunque a veces eso suponga renunciar a lo que me gustaría hacer, por el bien de la mayoría.

–¿Qué expectativas tienes ante la misión que se te ha encomendado?

–Ante todo muchas ganas de comenzar a poner en práctica todo lo aprendido aquí. D. Antonio, nuestro Obispo emérito, suele decir que la gente "habla mal de los curas", pero todos hablan bien de "su cura"; esto es, que toda generalización resalta lo negativo, pero desde una vida de entrega y testimonio, seremos luz para la gente y podremos acercarles a Dios. A las campañas y voces públicas hay que escucharlas para tratar de no repetir errores.

–En unos días vivirás solo en una parroquia...

– Cuando me ha tocado estar solo, no me he defendido mal. Todo ello gracias a que mis padres trataron de inculcarme que un hombre del siglo XXI tiene que saber manejarse con las cosas de casa. Tras siete años de vivir rodeado de un racimo de personas, cuesta pensar en despertarte sin ir a la capilla, sin encontrarte con los compañeros en el desayuno, las clases…

Autor: diocesismalaga.es

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