NoticiaCuaresma José Francisco Durán: «Los jóvenes cofrades son mucho más que una procesión» José Francisco Durán es delegado de Pastoral de Juventud de Sevilla Publicado: 26/02/2018: 20377 “Tradición, belleza y culto; la pastoral juvenil en el mundo cofrade: una verdadera oportunidad para la evangelización” fue el título de la conferencia que José Francisco Durán Falcón, delegado diocesano de Pastoral de Juventud de Sevilla expuso ante los obispos, arciprestes y vicarios de las diócesis de la Provincia Eclesiástica de Granada hace unos días en Málaga. Una conferencia en la que, al ponente lo acompañaron varios jóvenes cofrades que pudieron expresar sus inquietudes como evangelizadores de otros jóvenes. «Desde hace años trabajamos con los jóvenes cofrades pues vimos que eran muchos los jóvenes que formaban parte de una hermandad o cofradía, pero no conocían el resto de realidades diocesanas», afirma Francisco Durán. Y se llevaron una grata sorpresa al acercarse a estos jóvenes, pues descubrieron que sí se sentían parte de la diócesis y que «nuestros jóvenes cofrades son mucho más que una procesión, una banda o un altar. Son jóvenes comprometidos, a los que les gustar participar», añade el delegado de Juventud de Sevilla. Para Francisco Durán, lo fundamental es el acompañamiento, «hay que estar con ellos», afirma con rotundidad, «tienen una realidad concreta que les despierta y les hace vivir su fe y habrá que acompañarlos y provocarlos, por eso estoy convencido de que es una verdadera oportunidad para la evangelización. Hay que atender a nuestros jóvenes que están dentro de la Iglesia, a los que se acercan y a los que están lejos. Las hermandades y cofradías nos brinda una oportunidad». Cada generación tiene unas características que la hace única y es importante conocer los intereses, las cualidades, las inquietudes de los jóvenes actuales, para provocar en ellos el encuentro con el Señor, desde su realidad. Los jóvenes cofrades de hoy día tienen una sensibilidad especial para la belleza y la estética «que, tal vez, sea la primera vía por la que el hombre llega a lo trascendente. Desde las pinturas rupestres al Barroco, la humanidad siempre ha buscado plasmar a través del arte lo que siente, le hace pensar, vivir y celebrar lo trascendente», afirma Durán. Pues, los jóvenes cofrades «disfrutan con lo bello, por eso se emocionan ante una imagen a la que tienen una devoción particular o ante un culto. Esa sensibilidad le puede llevar después a vivir su fe de una manera muy pasional y, cuando se entregan desde la fe, lo hacen a por todas. Son jóvenes muy comprometidos, que participan activamente cuando se les convoca, de ahí la necesidad de acompañarlos, para provocar en ellos el encuentro con Dios». También son jóvenes que valoras el silencio y el recogimiento, «en este mundo donde los jóvenes están insertos en las prisas, cuando llegan a los cultos o a los momentos importantes de oración, no tienen prisas. Yo me planteo una pregunta: ¿por qué un joven cofrade no deja de mirar el reloj en la Misa del domingo, pero llega el triduo o el quinario o la novena de su hermandad y disfruta la Misa aunque dure horas? Pues porque ahí encuentra ese silencio, esa pausa, que en el día a día de nuestras celebraciones no tenemos. El papa Francisco está insistiendo mucho en el silencio. Un joven, por poca experiencia de fe que tenga o poca formación, si es un joven cofrade llega ante su titular y se pone en silencio a rezar. No necesita nada más y eso es algo que debemos valorar y hacer ver: nuestros jóvenes saben rezar en silencio y gustar del silencio». «Una Pastoral Juvenil que no sea de eventos, sino de encuentro» es el lema que más se repite en los foros sobre pastoral juvenil de nuestra Iglesia, que prepara con ilusión el Sínodo sobre los jóvenes. También esta máxima es aplicable al trabajo con jóvenes cofrades pues «es fundamental que no solo se encuentren con su titular, sino que se encuentren con el Señor. Y para ello es muy importante el acompañamiento de los jóvenes, que llegaron un día a la hermandad de la mano de sus abuelos o de sus padres, pasan los años y, de repente, toman conciencia de su fe… ¿quién está ahí para acompañarlos en ese despertar? Siendo muy importante la figura del sacerdote y del director espiritual de la hermandad, los seglares y, sobre todo los jóvenes, son fundamentales. El papa Francisco nos insiste una y otra vez en que no hay mejor evangelizador para un joven que otro joven. Quien mejor convoca, anima, acompaña y siembra la semilla del Evangelio en un joven es otro joven», concluye Francisco Durán.