A través de la oración y reflexión se ha profundizado en la alegría de creer y vivir la fe en la Iglesia y en el mundo, así como en el discernimiento vocacional,  especialmente a la vida sacerdotal. Los talleres, reuniones de grupos y convivencia festiva  han servido para crecer en amistad y fraternidad entre todos los participantes.

La concreción del plan de vida personal, con sus dimensiones de familia,  estudio, relación con los amigos y, especialmente, con  el Señor, nos abre al proyecto de crecer como personas desde nuestro ser cristianos  coherentes.

Fue presentada la Jornada Mundial de la Juventud, a celebrar en Madrid en el mes de agosto del próximo año, y los temas de preparación que, a lo largo del curso, se irán reflexionando.     El encuentro se clausuró con la celebración de la Eucaristía a la que se unieron los padres  de los jóvenes. Todos salimos muy animados sintiendo  la presencia del Señor que nos envía a ser sus testigos entre nuestros  familiares y amigos.

La próxima convivencia será el 13 y 14 de noviembre. Ese domingo 14, están invitados  también los padres para reflexionar sobre la importancia de la familia cristiana, donde se aliente y acompañe el discernimiento vocacional de los hijos.