La iniciativa contó con la colaboración de unos cien voluntarios en dos turnos de trabajo durante la mañana y la tarde del sábado 10 de diciembre. El párroco, Antonio Sosa, ha agradecido la colaboración de todos los que han prestado su tiempo y la donación de la harina, el aceite y el vino.

La venta de este producto típicamente navideño ha dejado un saldo de 1.500 € para dicha Caritas. Pero el beneficio no ha sido sólo económico, porque además, afirma Sosa, «Ha sido un día lleno de alegría en la parroquia. Un día de convivencia fraterna y trabajo por la solidaridad. Eso sí que deja buen sabor de boca».