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«Los jóvenes deben sentirse acogidos, comprendidos y amados»

Publicado: 21/11/2012: 1667

La educación y el acompañamiento personal son pilares fundamentales para que exista un verdadero desarrollo de la persona y un terreno preparado para sembrar las semillas del Reino.

Cada vez que se celebra en la Iglesia una Jornada Mundial de la Juventud, se nos plantea a todos la pregunta sobre la pastoral con jóvenes. Surgen en nuestras mentes muchas cuestiones: ¿qué tienen las jornadas mundiales que convocan a tantos jóvenes? ¿Por qué participan de las JMJ y luego no hay una continuidad clara en sus ámbitos eclesiales más cercanos? ¿Cómo llevar a los jóvenes el mensaje de Jesucristo? … Estas y otras muchas preguntas se han puesto sobre la mesa en el I Congreso de Pastoral Juvenil, celebrado en Valencia. La capital del Turia acogió a una gran representación de responsables en pastoral juvenil de toda la geografía española, con el fin de recoger los frutos del esfuerzo realizado en la JMJ Madrid 2011 y arrojar luz sobre la evangelización de los jóvenes, en el marco del Año de la fe. El congreso tuvo tres bloques diferenciados: Primer anuncio, evangelización de los jóvenes y los itinerarios de formación. Se completó con la presentación de numerosas experiencias concretas que nos hablaron de la riqueza y diversidad de nuestra Iglesia.  Ante el desarraigo cultural, moral y religioso que viven nuestros jóvenes, la educación y el acompañamiento personal son pilares fundamentales para que exista un verdadero desarrollo de la persona y un terreno preparado para sembrar las semillas del Reino. 

Benedicto XVI, en numerosas ocasiones, nos ha transmitido que tiene que ser prioritario para toda la Iglesia la educación integral y la evangelización de los jóvenes. “la evangelización de la juventud debe ser realmente una prioridad. Los jóvenes deben sentirse acogidos, comprendidos y amados. Cuando se sienten respetados en su libertad se dejan interpelar por la propuesta cristiana. La libertad debe ser conjugada con la necesidad de verdad que tienen los jóvenes”. Esta tarea de educación de las nuevas generaciones requiere el compromiso de toda la comunidad cristiana. 

Quisiera terminar con un tema recurrente en Benedicto XVI: la belleza del Mensaje de Jesucristo. “Tenemos por delante el desafío decisivo para todo proyecto pastoral: abrir ante nuestros jóvenes el rostro de Cristo y su Evangelio, persuadirlos de que apostar por Cristo vale la pena, de que ser cristianos no sólo es lo correcto, ¡es hermoso! (…) Dios también hoy encontrará nuevos caminos para llamar a los hombres y quiere contar con nosotros como sus

Autor: Miguel Gamero, sacerdote diocesano

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