NoticiaCoronavirus Las parroquias reinventan su pastoral en el confinamiento Publicado: 01/04/2020: 17230 CRISIS CORONAVIRUS Son muchas las iniciativas que están surgiendo en las parroquias para seguir llevando el Evangelio a los hogares durante el confinamiento. Hacemos una parada hoy en Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario, donde nos esperan los sacerdotes que la atienden: Luis Alberto Quijada y Antonio Ramos. ¿Qué balance hacen de esta primera quincena de confinamiento? Creemos que atravesamos por unos tiempos recios, como diría Santa Teresa. Esto lo estamos viendo todos. Una primera quincena vivida entre el miedo paralizante, la angustia sobre un futuro desconocido, y la esperanza viva en el Señor; la obediencia a las indicaciones de las autoridades, pero también la generosidad de entrega en muchos creyentes o no creyentes. A diario vemos la entrega generosa de muchas personas que luchan contra esta pandemia desde su situación y que indican que realmente Dios se hace presente con su gracia en medio de esta catástrofe. Sentimos que hay algo dentro del corazón de muchas personas, que lo está trasformando para bien. Ojalá no sea cuestión del momento y esto nos ayude a poner los ojos un poco más en el cielo. ¿Qué iniciativas han puesto en marcha para atender a los fieles? Nuestras iniciativas no son muy distintas a las de tantos buenos y entregados hermanos sacerdotes. Primero y antes que nada, hacemos lo que hace todo sacerdote, rezar por su pueblo y por el mundo entero. Y también celebrar a diario lo más grande y hermoso que nos dejó Jesús, la Eucaristía. Segundo, hemos vuelto en gran medida a incrementar quizás a la fuerza, el espíritu de san Bruno: hemos entrado en estado de cartuja, recuperando así la soledad y el silencio necesario para el encuentro con el Señor y para el ejercicio de nuestro ministerio; ojalá cuando salgamos de esto, no perdamos este espíritu contemplativo en la acción. Sin Dios no somos nada. Es fundamental estar con Él, hablarle y escucharle. El primer domingo de la pandemia y el confinamiento, salimos a lo más alto de los pueblos de Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco, con la ayuda de protección civil, para hacer oración por sus habitantes, rogando a Dios les libre de todo mal. Se expuso el Santísimo y se dio la bendición a todos. La gente lo agradecía con palmas desde sus ventanas y azoteas. Estas bendiciones los grabaron las televisiones locales de cada pueblo y lo transmiten todos los días hasta que termine la pandemia. Y la catequesis, ¿la siguen llevando a los hogares? Desde los primeros días sin catequesis de niños en los salones parroquiales, se prepararon los temas y se enviaron a través de las redes a los padres, rogándoles impartiesen las catequesis a los niños. Después de impartida, las catequistas nos hacían llegar imágenes y pequeños resúmenes de cómo les fue. Están respondiendo muy bien a la iniciativa. También, cuando encontramos algún recurso para ayudar a los padres en estas catequesis en casa, se los hacemos llegar. Y, las catequesis de confirmación de los adultos, se están impartiendo de forma online. ¿Qué otras actividades se están realizando? Se pidió que en cada hogar del pueblo se crease un pequeño altar donde rezar y que se pidiese por los enfermos y fallecidos por esta enfermedad. Nos han llegado muchísimas fotos. Se confeccionaron unas mascarillas, que cosió una costurera con tela adecuada, para repartirlas entre las personas mayores y los enfermos. Por medio de las redes hemos hecho circular una iniciativa que hemos llamado “Rezando juntos”, para orar a diario. Cada día enviamos una oración distinta. E incrementamos los envíos del evangelio del día y las reflexiones sobre éste, que ya veníamos haciendo. Los viernes de cada semana queremos hacer una oración por todos los atribulados. También hemos enviado unas charlas cuaresmales en texto y grabaciones en audio, para seguir viviendo este hermoso tiempo de cambio y transformación interior que es la Cuaresma. Hemos creado un blog de ambas parroquias para compartir experiencias de oración y de vida de fe, y los mensajes, información y noticias importantes de nuestras parroquias o de la situación actual y de nuestro obispo, de la Diócesis y del Papa, todo aquello que nos pueda servir para estar informados, pero sobre todo para vivir en nuestra casa el ser iglesia. También hemos abierto un canal de comunicación, a través del correo electrónico prestando un servicio de orientación matrimonial y familiar, para acompañar a los matrimonios y familias que tengan dificultad en sus relaciones. Lo mismo se ha hecho para consultas que puedan tener los jóvenes y adultos sobre dudas de fe o de temas relativos a la Iglesia. Con todas estas iniciativas se trata de hacer ver a la gente que la Iglesia está confinada en casa, pero quizás más viva y dinámica que nunca en tiempos de crisis. La historia de la Iglesia nos enseña que cuando ésta, no ha podido por algún motivo hacer llegar a los fieles la fe y la esperanza que viene de la Palabra y los sacramentos, se ha reinventado para continuar su misión. Nos presentan ustedes unas comunidades con mucha vida y esperanza. ¿Es nuestra misión ahora más que nunca sea, comunicar esperanza? Desde luego, nuestra fe es una fe que transmite esperanza, está llena de esa esperanza viva y creadora, que nos impulsa a trabajar con entusiasmo en este mundo, sabiéndonos ayudados por el Señor. Es una esperanza que nos empuja a trabajar por ese reino de Dios que Jesús inició cuando vino a este mundo, y que nos ayuda a continuar si confiamos en su presencia, o mejor dicho, si celebramos su presencia en la Eucaristía. Porque de hecho, celebrar la Eucaristía es alimentar nuestra esperanza, nuestra fe y nuestra caridad para construir con ellas nuestras relaciones y nuestro mundo. Cristo es nuestra esperanza y Él nos ayuda a vencer todo tipo de males con su gracia. Es un gran momento para la esperanza y la confianza en el Señor. Y también para tener esperanza en la humanidad, para creer en el ser humano capaz de salir adelante. Es un momento para esperar a que desde la solidaridad y la fraternidad consigamos un mundo distinto, lejos del egoísmo y del consumismo, para abrirnos a vivir pensando en los demás, en el bien de todos y el de nuestro planeta. Todo está cerrado y todos estamos en casa, pero hay muchas formas de hacerse presente en los hogares de los fieles, ¿verdad? Con muchos feligreses mantenemos el contacto a través del teléfono y el whatsapp y nos hacemos cercanos. Hace días estuvimos llamando uno a uno a los fieles mayores, la mayoría solos. Estos días continuamos ese contacto telefónico y hacemos nuevas llamadas a otras personas y familias. En muchos casos, estamos teniendo más comunicación y más personalizada por vía telefónica. Hoy día, las redes sociales, whatsapp y Facebook, ayudan a mantener el contacto de los fieles con los sacerdotes y con la Iglesia. Y aunque los mayores no usan las redes sociales, sus hijos se lo comunican por teléfono y se sienten acompañados en su fe también de esta forma. Son muchas las iniciativas solidarias que surgen en estos días, ¿desde Cáritas de sus parroquias, cómo están enfrentando este coronavirus? Continuamos el contacto por teléfono con las personas que atendemos. Y si necesitan algo, se lo hacemos llegar de algún modo, con las precauciones que hay que tener. Esperamos que esta situación nos haga más sensibles a los necesitados, para obrar con caridad con ellos; pero no sólo dando donativos sino ayudando personalmente, cuando todo esto pase, acercándonos al vecino, al enfermo, al necesitado, visitándolos, ofreciendo nuestra ayuda directa. Y otras inciativas como la que nos ha llegado hace un momento. La Hermandad del Rosario, en Villanueva del Rosario, va a confeccionar 500 batas para los sanitarios del Hospital de Antequera. El presupuesto que tenían previsto para esta Semana Santa lo van a destinar a esta acción. ¿Cómo se plantean esta nueva quincena que tenemos por delante? Seguiremos todas las actividades e iniciativas que hemos emprendido y según veamos lo que la gente necesita, haremos otras cosas nuevas. Son muchas las personas que, ante esta situación, están redescubriendo su fe, ¿han tenido experiencia de ello entre sus feligreses? Para mucha gente, esta experiencia le ha hecho cuestionarse en lo que es realmente valioso, y el tener que quedarse en casa, les hace reflexionar sobre su forma de ser y vivir. En esto, la fe ocupa un lugar privilegiado, porque conecta con nuestro ser interior, la fe está en la misma raíz de nuestro ser. Antes o después todos nos preguntamos por el sentido de nuestra vida, la finalidad y el fin de ella, y los creyentes ya tenemos las respuestas, las que nos da Cristo. Esta situación nos remueve por dentro y hace que busquemos en la fe esas certezas que nos dan paz interior. Vemos que algunos fieles, que antes solo miraban hacia la tierra, ahora ponen sus ojos también en el cielo. Hemos visto que muchos, creyentes y no creyentes, han admirado los gestos del Papa Francisco y han escuchado sus mensajes estos días o han rezado con él, a través de la televisión o vía internet. Además, muchos de los que trabajamos o colaboramos en la Iglesia, estamos descubriendo el valor de evangelizar y compartir la fe a través de las redes sociales. Pero, en definitiva, ya se verá cuando esto termine, si realmente esto fue un revulsivo para nuestra vida y nuestra fe, o si fue algo pasajero, un mal sueño, para seguir donde nos habíamos quedado. Pidamos al Espíritu Santo nos dé el don de la perseverancia y de mantener los buenos cambios que se produzcan en nosotros estos días.