NoticiaEntrevistas Núñez: «Don Bosco ofreció casa, comida y educación» José Miguel Núñez, salesiano Publicado: 30/01/2015: 20266 Miles de salesianos se reparten a lo largo de los cinco continentes para luchar contra la situación de los jóvenes más desfavorecidos, a través de la educación. El P. José Miguel Núñez nos visitó recientemente para dar el pregón con motivo del Bicentenario de Don Bosco ¿Quién era Don Juan Bosco? Don Bosco fue un sacerdote educador de Italia que, en el siglo XIX, lleva adelante una labor evangélica comprometida con la realidad social de su tiempo, tratando de plantar cara al nuevo contexto económico-social que se va generando en aquel momento en Europa, ofreciendo casa, comida y educación. Usted dio el pregón de apertura de los actos del Bicentenario. ¿Qué puede contarnos sobre aquella experiencia? Como siempre que voy a Málaga y me rodeo de una familia salesiana tan acogedora y cálida, resultó una experiencia muy entrañable. A través del pregón intentamos alabar un poco la figura de Don Bosco, así como su obra y mensaje, tratando de que no sea sólo historia pasada, sino que ilumine también nuestro presente. ¿Cuánta gente forma parte de la familia salesiana y en cuántos países está presente? Los salesianos estamos presentes en los cinco continentes y, como congregación, en 132 países, que se reparten en treinta grupos. Algunos de estos se remontan a la época del propio Don Bosco, como la Asociación de María Auxiliadora. ¿En qué consiste la obra social que desempeña la comunidad salesiana? Se trata de aportar ciudadanía activa y comprometida con las clases sociales más sencillas y, de forma particular, hacia los chicos en situación de riesgo de exclusión social, a través de la educación. Actualmente, la nueva pobreza de los jóvenes nos está llevando a un compromiso mayor con estos chicos, y estamos trabajando con colectivos relevantes para nosotros -inmigrantes, menores no acompañados, chavales en situación de abandono-, a través de casas de acogida y proyectos de capacitación y desempleo laboral. ¿Podría contarnos un poco cómo ha sido su experiencia dentro de la familia salesiana malagueña? Hace tiempo que me siento vinculado a la comunidad salesiana en Málaga, sobre todo por el servicio que desempeñé hace unos años como inspector provincial. En esos años tuve la oportunidad de estar muy cerca de la comunidad y familia salesiana de Málaga, y tanto su calor como compromiso es algo que difícilmente he podido experimentar en otros lugares del mundo.