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Los niños son Iglesia

Publicado: 19/01/2011: 1830

«Yo soy muy pequeño, poco puedo hacer», decía un niño, a lo que el papa Benedicto XVI responde: «Aprecio mucho vuestro compromiso en la Infancia Misionera. Sois pequeños colaboradores en el servicio que el Papa presta a la Iglesia y al mundo». «Con los niños de Oceanía... seguimos a Jesús», es el lema elegido para la jornada mundial de la Infancia Misionera, que se celebra este domingo en España.

 Una obra que lleva 170 años dedicada a formar a los niños en la misión y la necesidad de dar a conocer el amor de Dios a todo el mundo, además de iniciarles en la generosidad y en desprenderse de algo propio para darlo a quien más lo necesita.  

La Infancia Misionera es una obra de los niños para los niños. No se trata de que los niños ricos dan a los pobres, sino de que todos los niños, con más o menos posibilidades económicas, aprenden a recibir y a dar.

Con el dinero que los niños aportan, y que proviene de sus ahorros, se financian 3.000 proyectos de alimentación, salud y educación.

En los últimos años, la Infancia Misionera está ayudando a los niños a centrar su mirada en las necesidades concretas de un continente. Comenzaron con Asia; el año pasado, fue África; y este año le ha tocado el turno a Oceanía. 

Los donativos se destinarán a proyectos concretos, como la compra de varias cisternas para agua potable en escuelas, la creación de un comedor escolar para 150 niños, la construcción de dos aulas, la compra de material en una escuela, la compra de material de catequesis, la acogida de 12 niños que viven en la calle, la construcción de un aula para niños discapacitados y la ayuda alimentaria para 50 niños huérfanos, cuyos padres murieron de sida.

Nuestro niños van a hacer posible estos proyectos, porque también ellos son Iglesia, son misioneros y están llamados a evangelizar, como sus padres, sus catequistas, sus profesores cristianos y sus párrocos. No se trata de realizar una campaña concreta y luego olvidarse de todo hasta el año que viene, sino de que en la familia y en la catequesis se hable durante todo el año de las diversas formas en las que un cristiano es testigo del Amor de Dios: la fe y las obras, la acogida a los demás, la paciencia, la generosidad, la dulzura, la disponiblidad... 

Es mucho lo que los niños pueden hacer y hacen; dejemos que se acerquen al Señor, no se lo impidamos.

Artículo de "Redacción" de la revista Diócesis

Autor: diocesismalaga.es

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