NoticiaEntrevistas Leonor Pelayo: «Somos capaces, por miedo, de dar la espalda a Jesucristo» Leonor Pelayo, directora de la Ópera Rock Publicado: 04/04/2017: 8755 Leonor Pelayo (Málaga, 1973) es una actriz malagueña que comenzó los estudios en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga tras quedar totalmente atrapada con la figura de Jesús de Nazaret en el musical “Jesucristo Superstar”. Dentro de unos meses lleva al Teatro Cervantes una adaptación de ese mismo musical, que ha dirigido como proyecto fin de estudios. ¿Cómo se embarcó en un proyecto como éste? Una versión de “Jesucristo Superstar”. Soy creyente. En esta versión del musical quiero reflejar cómo en los momentos difíciles, terribles y hasta catastróficos, nos encontramos con dos personas: Judas y Jesús. Cada uno de ellos con un actitud muy distinta y una idea muy distinta de cómo salvar al pueblo. Este proyecto llegó a mi vida en el momento en que me diagnostican un cáncer de mama. Me reencontré con Dios. Llegué a preguntarle porqué me había enviado a mí esta desgracia, con la de personas que hay por el mundo que actúan mal. Pero reconozco que esta enfermedad me ha hecho más fuerte, ahora puedo hablar de ello, y puedo decir que soy mejor persona. En Getsemaní, Jesús abandonado y olvidado hasta por sus amigos duda ante Dios y pide al Padre que se lo lleve antes de que se arrepienta. Así me sentí yo, sin perder la fe y las ganas de seguir luchando. ¿Ha cambiado su idea de Jesucristo tras la obra? Sí, totalmente. Y, en parte, nos ha ayudado el actor que encarna su figura, Fran González. ¡Ojalá hubiera muchas personas que predicaran como Jesús lo hacía! Y otro personaje que me ha atrapado es Judas. Los dilemas que vive. En el fondo, también quería salvar al pueblo, aunque de una forma más violenta. Con Jesucristo la gente es injusta y le da la espalda. Es una de las ideas que yo quiero que se plantee el público: cómo somos capaces, por miedo o por no perder nuestro bienestar, de dar la espalda a Jesucristo. ¿Se ha despertado la espiritualidad en su grupo de actores? Por supuesto. Cuando entramos por el aula de ensayo, se respira un ambiente muy bueno y muy tranquilo. Somos un grupo de personas muy variadas. No entramos a debatir la forma de ser de cada uno, sino que sabemos que nos ha unido algo más importante: el arte y el respeto con el que tratamos la figura de Jesucristo. Es más, te diría que los ensayos se han convertido para nosotros en un retiro, nuestra forma de meditación. Nuestro mayor interés es que salgamos de este proyecto siendo mejores personas. Un Trabajo Final de Estudios que llegará al Teatro Cervantes. Comencé a estudiar Dirección Escénica después de varios años en el mundo del arte, trabajando como actriz. Un día vi en televisión “Jesucristo Superstar” y me enamoré de ese musical. Ese día decidí entrar en la Escuela Superior de Arte Dramático para estudiar Dirección Escénica, con un doble objetivo: trabajar en este campo y dirigir ese musical en mi Trabajo Final de estudios. Este proyecto me ha dado muchísimas satisfacciones, tanto con el equipo de actores de la obra, como con mi “otra mitad”, el director musical, Nacho Doña. Al ser una ópera rock, la musica y la palabra tienen el mismo protagonismo. Detrás de una obra de estas características tiene que haber un equipo impresionante. Así es. Lo estamos haciendo con mucho cariño e ilusión. Somos unas 50 personas, entre músicos y actores, que nos hemos asesorado con diversos profesionales, incluso con un sacerdote. Los actores son estudiantes de la Escuela de Arte Dramático que se han ido uniendo al proyecto. Todos chicos y chicas con ganas de estar, y eso se nota. Es más, te diría que los ensayos se han convertido para nosotros en un retiro, nuestra forma de meditación. Nuestro mayor interés es que con todo lo que se está planteando en la obra, salgamos siendo mejores personas. ¿En qué época está ambientada la obra? Es una versión contemporánea, no lo estoy haciendo en la época romana. Jesucristo viene al mundo de hoy, un mundo destruido, donde no conseguimos la paz que Jesucristo predicaba. El vestuario es actual, pero sin perder la esencia de la historia de Jesús, que busca la salvación del pueblo, desde la paz.