NoticiaMisión diocesana «Nos sentimos enviados por nuestra Iglesia» Transporte escolar de la zona de El Pionío · Autor: MISIÓN DIOCESANA Publicado: 09/05/2014: 9556 Manuel Lozano, sacerdote misionero en Caicara: «El Día de la Misión Diocesana lo vivimos junto a nuestras comunidades con un afecto y agradecimiento especial a nuestra Diócesis y a todos los cristianos de Málaga, porque nos sentimos enviados y respaldados por nuestra Iglesia para seguir anunciando con hechos y palabras el Evangelio de Jesucristo en medio del pueblo venezolano. En todas las misas y celebraciones dominicales se agradece al Señor esta bendición que supone la cooperación fraternal que se mantiene desde el año 1986 en esta zona de Caicara, aunque en otras zonas del país se viene trabajando desde hace 55 años. Y de nuevo se ha renovado recientemente por diez más, con lo que supone de enriquecimiento espiritual para ambas Iglesias. Málaga, su obispo, su presbiterio y todo el pueblo de Dios está presente en el corazón del pueblo caicareño pero más que nunca ese día, donde recuerdan de manera especialísima a todos los misioneros vivos y difuntos que han venido a ayudarles, a la vez que piden al Señor fecundidad misionera». Los misioneros atienden las parroquias, tanto en lo celebrativo y sacramental, como en los proyectos de desarrollo. Manuel Lozano lo explica así: «Entre los proyectos de desarrollo que llevamos adelante está Camino de Sueños, donde atendemos a más de ciento cincuenta niños con necesidades especiales; la Escuela de Adultos Madre del Amor Doloroso, donde cientos de personas que dejaron sus estudios por diversos motivos se preparan en primaria, secundaria y educación, técnica a través del sistema IRFA y también se imparten cursos de capacitación laboral CECAL para que puedan aprender un oficio y se puedan valer por ellos mismos; además funciona el Centro Taller Nuclearizado APEP, donde se imparte educación para el trabajo a más de 500 jóvenes de los liceos de Caicara. Está en proyecto, a través de Pastoral Social-Caritas crear un consultorio médico para personas muy necesitadas en los salones parroquiales de Caicara, ya que el tema de salud es muy acuciante y difícil el acceso a los medicamentos para numerosas familias. También tenemos proyectado en una comunidad rural muy pobre la creación de un conuco comunitario para la siembra y posterior comercialización de productos agrícolas que los ayude a tener para el sustento de sus familias y superar la grave crisis de abastecimiento de productos básicos para el consumo. Ademas tenemos varios proyectos de construcción de capillas en barrios y zonas rurales, porque donde llega el Evangelio y la Iglesia también llega la promoción humana integral».