NoticiaEn los Medios La mochila de la vida Publicado: 20/07/2023: 8839 El Alféizar Llegamos a la vida con una mochila vacía. Bueno quizá no tanto, porque la carga genética determina el lugar donde naces y hasta la familia que toca. A esas condiciones con las que el mundo te recibe empiezan a unirse otras que, poco a poco, van haciendo que la mochila vaya creciendo. De pronto, la mochila de la vida empieza a llenarse sin darte apenas cuenta; especialmente en la infancia. Hasta el punto que condiciona, en gran parte, cómo somos. Complejos, fijaciones, regresiones; ideas, sueños o veleidades encuentran respuesta, en gran parte, en nuestros primeros años. Incluido lo referente al ámbito de la fe. Lo que nos rodea, escuchamos y vemos; lo que sentimos, nos van enseñando y vamos aprendiendo; lo que vivimos y lo que casi nos mata forma parte de nuestra particular mochila. También nuestros poemas, canciones y arrullos. Nuestra mochila se va llenando con lo que nos va pasando en las playas, en los hogares y carreteras. Y también con eso que no dejamos que nos ocurra. A veces nos sorprendemos con demasiado peso para caminar ligero por la vida, para mirar hacia el frente y no tropezar. Somos expertos en ir cargando, material y emocionalmente; cuesta mucho soltar, despojarse hasta de resentimientos y rencores; de recuerdos que hacen daño o culpabilidades. Son tantas cosas que muchas veces no sabemos ni lo que llevamos encima. Nos acostumbramos a llevar esa carga y creemos que pesa la vida, pero lo que realmente pesa es el exceso de equipaje que llevamos en ella. Es cuando toca parar y mirar. El verano es un buen momento para vaciar mochilas, para romper con el pasado, asumir el presente y afrontar el futuro. El estío es grato momento para redecorar la vida, simplificarla y vivirla como deseáramos a estas alturas del partido. Artículo publicado en la sección de OPINIÓN del diario Sur