Noticia MANOS UNIDAS. «Los beneficiarios de nuestros proyectos son parte activa» Begoña Rodríguez, voluntaria de Manos Unidas Málaga Publicado: 10/02/2020: 18119 La historia de la Campaña contra el Hambre comenzó en 1955, cuando la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) hizo público un manifiesto en el que, respondiendo a un llamamiento de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), anunciaba su compromiso en la lucha contra el hambre en el mundo. En 1959, las mujeres de Acción Católica de España tomaron el testigo y lanzaron la primera Campaña contra el Hambre, a partir de la cual se fue configurando la actual Manos Unidas, ONG católica para el desarrollo, presente en la diócesis de Málaga desde hace 61 años. En la web manosunidas.org están presentes todas las delegaciones de España y en ella se pueden ver todas sus actividades, proyectos y noticias. La sede de Manos Unidas Málaga se encuentra en calle Strachan, 6, 3º I, y se puede contactar con ellos en el teléfono 952 21 44 47 y el e-mail malaga@manosunidas.org. Unas cuarenta personas forman el equipo de voluntarios y unas 12 personas atienden diariamente la sede y cubren los eventos en colegios, parroquias… «Después, el Señor nos envía voluntarios para todas las necesidades que van surgiendo», afirma la presidenta-delegada de Manos Unidas en Málaga, Ana Torralba. TESTIMONIO. Begoña Rodríguez Aquí puedes escuchar el testimonio emitido en el programa "Iglesia en Málaga" Me llamo Begoña Rodríguez. Soy médico, estoy casada y tengo 4 hijos. Soy voluntaria de Manos Unidas desde hace 7 años. Sabía de Manos Unidas que esta organización había surgido con la idea de luchar contra el hambre en el mundo y pensé que era una buena idea dedicar mi tiempo y mi esfuerzo a esta causa porque suponía hacer real el mandamiento del amor al prójimo, ya que era estar al lado de los más pobres entre los pobres. Me asignaron el Área de Trabajo de Proyectos y allí estoy. Trabajar aquí me ha permitido conocer las situaciones y necesidades de las distintas comunidades y países en los que Manos Unidas tiene proyectos en marcha. Son siempre situaciones difíciles, realmente muy difíciles, en las que sabemos que si no se hace algo es prácticamente imposible salir y, para que las acciones sean efectivas y reales, hace falta la implicación de los beneficiarios. Esto es lo que ocurre en nuestro proyectos, que son siempre muy prácticos y perdurables en el tiempo, no son acciones puntuales y en ellos los beneficiarios participan de una forma activa para hacer realidad la solución de los problemas. Os puedo decir que es maravilloso ver cómo con cantidades de dinero que aquí se pueden considerar poco importantes y la participación y ayuda de todos surgen escuelas, dispensarios, talleres de costura y de informática, pozos de agua dulce, explotaciones agrícolas y ganaderas en las que, además de ser respetuosos con el medio ambiente, se consigue una buena efectividad del esfuerzo realizado. Es verdad que no podemos llegar a todas las personas necesitadas, pero creo que hemos ayudado a muchas a mejorar sensiblemente su vida.