El objetivo de esta asociación es crear un marco de unión para todos los alumnos que en su día pasaron por el Colegio Salesiano y seguir fomentado los valores que Don Bosco quería para los jóvenes.

Estos valores ofrecen al individuo «formación humana para desenvolverse en la vida con responsabilidad; ser ciudadanos honrados, ejemplo de dignidad y espíritu de servicio en la familia y la sociedad; y la dimensión espiritual de ser buenos cristianos, siendo modelos referentes san Juan Bosco y María Auxiliadora», explican, desde la asociación.

Esta asociación forma parte de la gran Familia Salesiana, que se extiende por 133 países, pertenece a la Asociación Regional de la Inspectoría de María Auxiliadora y a la Asociación Mundial de AAAA Salesianos de D. Bosco.

Están en Málaga desde 1910 y, con motivo de su centenario y en agradecimiento a la formación y a los valores recibidos, inauguraron un monumento a Don Bosco en la Plaza de Fuente Olletas.

La sede la tienen en el Colegio Salesiano de San Bartolomé. Su presencia «se hace visible en los actos culturales, deportivos y religiosos que a lo largo del año celebramos dentro y fuera del colegio, conservando tradiciones muy arraigadas entre todos los antiguos alumnos, siendo las más destacadas la inauguración del Belén; la Fiesta de la Unión; la celebración el 31 de enero de san Juan Bosco; el Día Mundial de la Asociación, el 24 de junio; siendo la fiesta por excelencia el 24 de mayo, conmemoración de María Auxiliadora.

TESTIMONIO. José Durán, antiguo alumno y presidente de la AAAA de Don Bosco

Aquí puede escuchar el testimonio emitido en Cope Málaga

Me llamo José Durán y soy antiguo alumno y presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas de D. Bosco.

El motivo principal de mi pertenencia a la asociación de antiguos alumnos de D. Bosco fue desde siempre el compromiso de agradecimiento a la acogida y atención recibidas desde el primer día que entre en el Colegio de San Bartolomé de Málaga.

Me incorporé a la asociación allá por los años 80, una asociación dinámica en la que me encontré con personas comprometidas en crear un ambiente de hermandad entre los miembros y de colaboración en las distintas vocalías de deporte, teatro y piedad, desde la que se iniciaron los primeros pasos para la creación de la Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas, cofradía que en la actualidad se procesiona el Miércoles Santo y a la que los malagueños le llaman “Salesianos”.

En la actualidad sigo vinculado a la asociación de forma activa y aunque con bastantes mas años, estoy trabajando, con ilusiones renovadas y con el mismo sentimiento del primer día.

Así lo expreso en esta poesía que creo que resume mi agradecimiento y el de miles de jóvenes que pasaron y siguen pasando por un Colegio Salesiano al que nosotros llamamos “Casa”         :

Los chavales de Don Bosco
Al pasar por fuente Olletas
contemplando el monumento
se nos vienen al pensamiento
grandes y gratos recuerdos
de los años de colegio.
Chavales de corta edad
que llegamos de los pueblos
para poder estudiar.
Nuestro futuro era incierto,
Y con bastantes esfuerzos
por parte de familiares
entramos en el colegio,
unos a los “estudiantes”
y otros a “profesionales”
El Colegio salesiano no solo nos acogió
Y nos dio capacidades
pues nos inculco valores
que sirvieron en la vida
para luchar ante las  dificultades.
Él, por amor a los jóvenes
crea la Congregación
de San Francisco de Sales.
Hoy después de tantos años
Siguen sembrando ilusión
en chavalas y chavales
que además de formación
para un futuro mejor
llevan en su corazón
recuerdos inolvidables.
Ha cambiado la sociedad
hay nuevas tecnologías
y métodos de estudiar,
pero nunca cambiara
el sistema de D. Bosco
vigente en la actualidad
con fuerza plena en su acción
lo resume la expresión, que
“la enseñanza es cosa del corazón”
” El sistema preventivo”
que partiendo del respeto
y de libertad al alumno
le acompaña en el esfuerzo
con cercanía y cariño.
Le agradecemos a Don Bosco
que estuviese a nuestro lado
en muchos y gratos momentos
éramos esos chavales
que rodean el monumento.

Nos dio a María Auxiliadora
que fue, su faro y su guía,
para nosotros la Madre
que veíamos cada día.
La nuestra o estaba lejos
y algunos ni la tenían.
A Ella, la veíamos cada día,
a veces sin decir nada
tan solo con la mirada
todo lo nuestro entendía,
y Ella que todo lo ha hecho,
con mas razón todavía.
Ahora pasados los años
Permanece  en nuestras vidas
Está en nuestros corazones
y en una estampa muy antigua
siempre en la cartera mía.