NoticiaSeglares El Año de San José de la mano de tres carmelitas seglares María Susana Medina, Rebeca Sandra Anguita y Jesús Ángel Guerrero tras emitir sus Primeras Promesas de Obediencia, Castidad y Pobreza en la Orden Seglar Carmelita Publicado: 17/02/2021: 14360 IGLESIA EN SALIDA Uno de los movimientos e instituciones protagonizados por laicos en la diócesis de Málaga es la Orden del Carmelo Descalzo Seglar, presente desde hace 8 años. En la fiesta de la Inmaculada Concepción, María Susana Medina, Rebeca Sandra Anguita y Jesús Ángel Guerrero emitieron sus Primeras Promesas de Obediencia, Castidad y Pobreza, en la parroquia de Stella Maris, un paso más de compromiso en esta institución. Rebeca explica que «con las promesas abrazamos la forma de vida evangélica siguiendo el ejemplo y las palabras de Santa Teresa Jesús y San Juan de la Cruz, estamos en el mundo dando testimonio tomando como ejemplo a la Virgen. Colaborando en lo que podamos con la Iglesia en su misión, a través del apostolado y la oración contemplativa. Con las promesas damos un paso más en la Orden Carmelitana y nos comprometemos más». El Año de San José tiene un sentido especial para la orden carmelita, en palabras de Rebeca, «este Año de San José deberíamos dedicarlo a pedirle que interceda por las familias, ya que están en peligro ahora más que nunca, y proteja como protegió al Niño Jesús, a tantos bebés no nacidos que están en peligro». Jesús es el esposo de Rebeca y confirma que «la primera promesa que hemos profesado constituye un paso más en el compromiso con la Iglesia, en general y la Orden del Carmelo Descalzo en particular. El cambio de escapulario, de cintas blancas a uno de cintas bicolor (blanco/marron), escapulario que nos impone uno de los superiores de la Orden Seglar, simboliza dicho cambio de novicio en formación y discernimiento a carmelita integrado ya como miembro de la orden en su rama seglar; como carmelita que ha madurado en su vocación y la ha reconocido de manera clara hasta el punto de desear un mayor compromiso. Este compromiso implica, además, el rezo de la Liturgia de las Horas, como establecen las constituciones del Carmelo Descalzo Seglar, la hermosa manera de estar en comunión con la Iglesia Universal en su alabanza a Dios a través de la oración». «Acogemos con ilusión la invitación del Santo Padre a la contemplación durante este año de la figura de San José. Santo al que tantas veces se encomendó en sus no pocos momentos de gran dificultad, nuestra Santa Madre y fundadora Teresa de Jesús, sin ser jamás decepcionada o desoída en sus plegarias de tal modo que nos recuerda la Santa: "no me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido". Se nos brinda, pues, la hermosa oportunidad de profundizar más en la contemplación de la labor callada de San José, de orar y tratar más con el padre terrenal de Nuestro Señor», añade Jesús. Por su parte, Susana, recuerda que «de pequeña jugaba a ser monja, después deseé dedicarme a Dios, pero me lo impedían mis inseguridades, mis cruces… Entonces vi una luz en mi camino, y esa luz era el Carmelo, lo vi como una puerta por donde poder entrar a seguir a Jesús sin tantas cargas como sentía que tenía, es como si no me pesaran».