Don Carnal y Doña Cuaresma

Publicado: 18/01/2013: 2794

Como la luna da paso al sol y las estrellas alumbran al alba, Don Carnal cederá gustosamente su satírico testigo a Doña Cuaresma el próximo Miércoles de Ceniza.

Son muchas las referencias que podemos encontrar en la literatura española a la relación filial existente entre el Carnaval y la Cuaresma. La más conocida es la escrita por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, recogida en el ‘Libro de Buen Amor’. En esta parodia épica, Don Carnal es vencido por Doña Cuaresma, pero como toda historia merece un final feliz, el Domingo de Ramos logra escapar, al tiempo que Doña Cuaresma desaparece.

La pintura también ha tratado este tema desde antiguo. Ahora nos viene al caso el cuadro de Pieter Brueghel “el Viejo” titulado Combate entre el Carnaval y la Cuaresma”, que se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. En esta pintura se aprecia cómo el Carnaval-representado por un hombre obeso sobre un barril, empujado y seguido por personas disfrazadas- se enfrenta a la Cuaresma-encarnada en un individuo enclenque, que lleva una pala con pescados, del cual tiran una monja y un sacerdote-.

Resulta curioso y sumamente reseñable el constatar cómo obras que vieron la luz en los siglos XIV y XVI respectivamente no han perdido un ápice de su vigencia en pleno siglo XXI. Durante el próximo mes podremos disfrutar de una de las fiestas por antonomasia de nuestra bendita ciudad. El Carnaval de Málaga experimentaba el pasado año un majestuoso resurgir de la mano del cambio de tercio en la presidencia de la Fundación Ciudadana del Carnaval. Los cofrades, que somos muy dados a copar todas las fechas posibles y existentes en el calendario, hemos sabido acompañar, mimar y participar de la ya conocida por todos como la gran fiesta del invierno cálido.

Durante algún tiempo se pensó, equivocadamente, que ambas manifestaciones debían ser yuxtapuestas, repudiadas y milimétricamente divididas en el tiempo. Como si de un pacto de no agresión se tratase, ambas debían aprender a convivir y entenderse en una Málaga que emana un profundo sentimiento cofradiero durante los 365 días del año.

Como la luna da paso al sol y las estrellas alumbran al alba, Don Carnal cederá gustosamente su satírico testigo a Doña Cuaresma el próximo Miércoles de Ceniza. Llegados a este punto de no retorno y con cuarenta días por delante, los cofrades estaremos obligados a no perder el paso. La situación que vivimos nos obliga a tomar el pulso a una Semana Santa que será recordada más allá de lo que la temida lluvia nos permita disfrutar, o no, de nuestras cofradías y hermandades durante el desarrollo de la Semana de Pasión. Cuando llega la Cuaresma, cuando el hambre aprieta y el desangelado panorama laboral asfixia, es de recibo que los que nos hacemos llamar cristianos demos un paso decidido al frente para abrir las puertas a la reconciliación y al ejercicio activo de la caridad. Nuestra vocación no nos viene impuesta, se vive y se hace vivir. No debemos dejarnos emborrachar por los grandes titulares y los suntuosos manjares que emanan de la basta tradición cultural cofrade.

Poner sobre la mesa las carencias, no es sinónimo de que haya ausencia de intenciones por paliar la desagradable situación que nos toca vivir; todo lo contrario. En tiempos de crisis, toda ayuda parece poca y es evidente que desde las propias hermandades se está haciendo un esfuerzo mayúsculo para poder suavizar la situación que padecen muchas familias malagueñas, más allá de su adscripción como cofrades. Las vocalías de caridad apenas dan abasto para atender la ingente demanda de alimentos y becas. El Economato Social de la Fundación Benéfico Asistencial Corinto, formado por una veintena de cofradías, trabaja a destajo para poder ayudar a familias en riesgo de exclusión social a las cuales se les facilitan alimentos y productos de limpieza de primera necesidad a precios muy económicos gracias a la ayuda anónima de los queridos y necesarios padrinos.

La pasada Cuaresma, Benedicto XVI, invitaba a los cristianos a renovar el testimonio de amor y fidelidad al Señor y a los hermanos, a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos, que da título al documento: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras»

Hagamos nuestras sus palabras y disfracemos nuestros pecados, asumamos nuestra penitencia y transmitamos el mensaje.
 

Autor: Pedro Jerez Palomo

Más noticias de: