NoticiaOpinión Educar en la fe: difícil tarea para la familia marinera Publicado: 12/07/2011: 1608 Oí el testimonio en una asamblea del apostolado del mar. Lo contó la mujer de un marino mercante. Decía esta mujer: “Mientras mi marido está en la mar, cada noche invito a mi niño, de tres años, a que antes de dormir de un beso a la Virgen del Carmen y otro a su papá. Cada noche, por lo tanto, el niño al acostarse, toma la estampa de la Virgen del Carmen, de la mesita de noche, le da un beso y después hace lo mismo con una fotografía de su papá. Después rezamos juntos el Ave María.” “Pasada una larga temporada en el mar, siguió diciendo esta mujer, regresó mi marido a casa y, una noche, cuando estábamos reunidos y teniendo al pequeño sobre sus rodillas, invité al niño a dormir. El pequeño saltó de las rodillas de su padre, salió corriendo hacia la mesita de noche, dio un beso a la estampa de la Virgen y otro a la foto de su papá y se acostó. Al papá de carne y hueso no se le ocurrió dar un beso. “Observé después, decía la señora, que los ojos de mi marido se humedecieron.” Para aquel niño, su papá era una fotografía. Difícil tarea la que se pide a la familia marinera en el día del apostolado del mar: transmitir la fe dentro de la familia marinera. Para muchos marinos, la relación con la familia no es de completa integración debido a sus largas temporadas en el mar por lo que, la influencia del padre sobre los hijos es poca. Tal vez sea esta la razón por la que la familia marinera tiene una devoción tan arraigada a la Virgen del Carmen- y no pasa de ahí. Hay lugares en los que la Iglesia solamente puede hacer acto de presencia, de estar. En el puerto de Málaga, unos voluntarios cristianos abre cada día la sede del apostolado del mar para acoger a los marinos que navegan rumbo a otros puertos. En dicha sede, cita en Muelle Rivera n.2., los marinos encuentran acogida y cariño por parte de la Iglesia. José Carretero, sacerdote diocesano Autor: diocesismalaga.es