Explicación del LEMA

El color ROJO: símbolo del amor y de la total entrega.
El CRUCIFIJO. Siempre lo llevaba en el pecho. Es el símbolo de su espíritu de sacrificio.
El CORAZÓN DE JESÚS. Es el símbolo del amor  de Dios y del prójimo.
La abreviatura del NOMBRE DE JESÚS. Es el símbolo de la Compañía de Jesús (los Jesuitas), la congregación religiosa a la que  pertenecía el P. Arnaiz.

El LEMA: “Buscad no vuestros intereses, sino los de Jesucristo”. Está tomado de una carta del P. Arnaiz S.I. (Belmez, 8-X-24)  a Mª Isabel González del Valle Sarandeses.

LOGOTIPO

El color ROJO: símbolo del amor y de la total entrega. Como dijo S. Manuel González en su oración fúnebre: solo le faltó derramar su sangre por Cristo.

CRUCIFIJO. Siempre lo llevaba en el pecho. Es el símbolo de su espíritu de sacrificio. A esto se refiere la frase que aparece en su oración: “buscó su propia abnegación”. No pensaba en sí mismo, vivía “olvidado de sí”.

Al igual que en la Cruz Jesús sufrió extraordinariamente por nosotros, al P. Arnaiz no le importaba pasar molestias y sufrir lo que fuese necesario por amor a Dios, por hacer el bien a los demás. Un día, en la misión de Casabermeja estaba lloviendo muchísimo, avisaron para dar la Comunión a un enfermo, y el padre se dispuso a salir, el dueño de la casa le dijo: es imposible, padre, ir de esta forma; y le contestó: el agua no hace agujeros. Y se fue a atender al enfermo. Al regresar estaba empapado.

Incluso a veces buscaba voluntariamente estas incomodidades y sufrimientos. Por ejemplo, durmiendo en el suelo en lugar de en la cama, haciendo los viajes a pie en medio de la lluvia cuando le ofrecían ir en coche…

CORAZÓN DE JESÚS. Es el símbolo del amor  de Dios y del prójimo. A esto se refieren las otras dos frases de la oración: “buscó la gloria de Dios” y “el bien de las almas”.

El amor que el P. Arnaiz tenía a Dios lo expresaba sobre todo con la devoción al Corazón de Jesús. Era su modelo, pues procuraba tener en su corazón los mismos sentimientos del Corazón de Jesús. Al igual que Jesús siempre buscaba la gloria de su Padre, el Padre Arnaiz en todas sus empresas siempre buscaba la gloria de Dios. En una carta decía: “Tenga la seguridad que a mí nada ni nadie me molesta mientras se trate de procurar la gloria de Dios”. Y como Jesús, el Padre Arnaiz deseaba que Dios fuera conocido: “Procuro servir a Dios en busca de almas que le conozcan y amen”…”Mire mucho por esas almas, que conozcan a Cristo y le amen”.

Como Jesús nos ama a todos y dio su vida por nosotros, él también se desgastó haciendo el bien a sus semejantes, estando pendiente de sus necesidades, intentando realizar lo que estaba de su parte para remediar sus carencias materiales y humanas, pero sobretodo procurando su bien espiritual. Este amor le llevó a valerse de un numeroso grupo de colaboradores para sus obras de apostolado. Entre éstos, varias señoritas trabajaban en las barriadas marginales de Málaga, en los llamados “corralones” y otras en los pueblos procurando la promoción humana y espiritual de las personas y preparando misiones. También para la visita a los hospitales, a los enfermos a domicilio y a las cárceles. Él decía: “Para poner fuego no hay más remedio que arder y para esto acercarse mucho al Sagrado Corazón”.

Ese ardor por el Corazón de Jesús también lo demostraba fundando asociaciones que promovieran su devoción, sobre todo el Apostolado de la Oración y la Adoración Nocturna. Él decía: “en la proporción que está la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, está la piedad y la prosperidad religiosa en los pueblos y ciudades”.

ABREVIATURA DEL NOMBRE DE JESÚS. Es el símbolo de la Compañía de Jesús (los Jesuitas), la congregación religiosa a la que  pertenecía el P. Arnaiz.

Supo estar atento para descubrir qué esperaba el Señor de él en cada momento. Y su respuesta siempre fue “sí”. Cuando a los trece años sintió la llamada al sacerdocio, entró en el seminario. Después de ordenado sacerdote, tras la muerte de su madre sintió que el Señor le exigía una mayor entrega como religioso de la Compañía de Jesús, y también entonces se lanzó a cumplir el plan que Dios tenía para él. Aunque tuvo que renunciar a muchas cosas, vivió con un gozo inmenso, siempre se mostró muy feliz de ser misionero Jesuita, y estaba plenamente agradecido al Señor por haberle dado esa vocación, pues reconocía todos los bienes que había recibido por seguir esta llamada. “Pide, me conceda el Señor la perseverancia hasta la muerte en esta Compañía y su santa gracia.”

LEMA

“Buscad no vuestros intereses, sino los de Jesucristo”. Está tomado de una carta del P. Arnaiz S.I. (Belmez, 8-X-24)  a Mª Isabel González del Valle Sarandeses:

“Cuando me ven con pena, sólo es por lo que usted dice, que casi nadie busca la gloria de Dios. Y mi deseo es que hicieran cierto un lema que se me ocurría fuera el de ustedes, opuesto a una queja de S. Pablo en este sentido, sólo intercambiando un no, que hace la proposición enteramente contraria: Omnes quaerunt non quae sua  sunt, sed quae Iesu Christi“.

Esta frase concreta el deseo que él tenía de buscar sólo la gloria de Dios en todas sus acciones, y lo transmitía a todos los que entraban en contacto con él. A una dirigida le decía: “Dígame usted lo que le parece del asunto y yo veré delante del Señor lo que entienda ser de su mayor gloria”.