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Semblanza del sacerdote Francisco Ramos López

Publicado: 13/11/2015: 11306

El Vicario para el Clero, Antonio Collado, escribe esta semblanza sobre el sacerdote Francisco Ramos López, que falleció el 10 de noviembre de 2015.

D. Francisco nació el 30 de marzo de 1.932 en Aldeire, Guadix,  en el seno de una familia de seis hermanos, sus padres Francisco y Soledad. Recuerdan los suyos que con nueve años salía de noche al huerto de su casa para predicar porque quería ser misionero. Nos recuerda esta escena llena de ingenuidad y ternura a Santa Teresa de Jesús que también con su hermano Rodrigo construía ermitas y se escapan del pueblo buscando tierras de moros para morir mártires de la fe. Dios llama también a primerísima hora de la vida, depositando en un corazón puro el deseo de seguirle con radicalidad.
A los 10 años ingreso en el Seminario de Guadix con sede en Granada y allí estudio los cursos de humanidades y filosofía. Como era un alumno aplicado le invitaron a  cursar la teología en la Facultad Teológica de la Cartuja regentada por la Compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote el 29 de Junio de 1.955 en Huescar, Granada, por Mons. Rafael Álvarez Lara, Obispo muy querido y recordado en la Diócesis por su humildad, cercanía y preocupación por los pobres.

Su primer destino  fue como capellán el colegio del Ave María en Granada y párroco de Villanueva de las Torres. Pronto marchó como misionero a Argentina con un grupo de compañeros. Después paso a Venezuela donde ejerció el ministerio sacerdotal durante  40 años en las Diócesis de Cumana, Carúpano, Maturín, Cda. Bolívar y Barcelona.

Volvió a España y se incardinó en nuestra Diócesis el 3 de diciembre de 1.986 porque su familia se había desplazo a la ciudad por asuntos laborales. Fue párroco de Alora y el Chorro y las Mellizas desde 1987 al 1.995. Volvió a Venezuela por 4 años, atendiendo pastoralmente la ciudad de Cabruta que se extiende en la orilla opuesta del rio Orinoco, enfrente de  Caicara donde está la seda de nuestra misión diocesana. Su último destino fue atendiendo la capellanía del cementerio de S. Gabriel y la asistencia religiosa a las Siervas de María en la capital. Ofrecemos esta eucaristía por su eterno descanso, con la esperanza de que Jesucristo a quien hizo presente en la celebración diaria de la Santa Misa, ahora le haga participar en el banquete eterno de su Reino. Descanse en paz.

Málaga, 11 de Noviembre de 2015

Antonio Collado
Delegado para el Clero

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

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