DiócesisHomilías Confirmaciones (Catedral-Málaga) Publicado: 17/05/2014: 931 Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la Eucaristía celebrada con motivo de las Confirmaciones en la catedral de Málaga el 17 de mayo de 2014. CONFIRMACIONES (Catedral-Málaga, 17 mayo 2014) Lecturas: Hch 6, 1-7; Sal 32; 1 Pe 2, 4-9; Jn 14, 1-12. (Domingo de Pascua V-A) 1.- Bienvenidos todos los confirmandos acompañados de vuestros padrinos, familiares y amigos; y por supuesto de algunos de los párrocos y sacerdotes que han estado dirigiendo y coordinando como pastores las catequesis y la preparación que habéis tenido para esta celebración del sacramento de la confirmación. Hoy va a realizarse aquí, en esta Catedral de Málaga, algo parecido a lo que ocurrió el día de Pentecostés. El Espíritu Santo va a bajar a raudales a cada uno de vuestros corazones. Pero para que el Espíritu entre hace falta que el corazón esté abierto. ¿Qué es necesario para poder llenar un recipiente? (Respuesta de un confirmando: que esté vacío y que esté abierto). Si el corazón está lleno, ¿de qué? de cosas humanas, de proyectos, de ideales... si el corazón está lleno y está satisfecho el Espíritu no podrá entrar. Si el corazón está cerrado al amor de Dios, el Espíritu no podrá entrar. Hace falta que abramos el corazón para que pueda entrar la luz de Cristo, simbolizado en el Cirio Pascual. Que pueda entrar ese amor tan grande que Dios nos tiene. 2.- El apóstol Pedro en la primera carta que hemos escuchado, habla de Cristo como piedra viva (cf. 1 Pe 2, 4). Cristo es el fundamento de la Iglesia, es donde se sostiene todo, el Mediador de la Nueva Alianza. Y a los cristianos Pedro nos pone como ejemplo que también seamos piedras vivas: «también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual» (1 Pe 2, 5), aunque comparado con Cristo seamos "piedrecitas". Fijaos en el edificio de esta Catedral, la cantidad de elementos que tiene y cómo cada uno ocupa su lugar. Si las piedras fundamentales y básicas que están en el fundamento del edificio, bajo nuestros pies, estuvieran arriba y las bóvedas estuvieran abajo esta construcción no se sostendría. Cristo es la piedra básica, angular, viva donde estamos todos sobre ella edificados, pero cada uno en su lugar. Ahora cada uno de vosotros tiene que pensar: ¿qué lugar ocupo en la Iglesia? Santa Teresita del Niño Jesús se preguntaba muchas veces cuál era su vocación y mirando a las personas se decía: "Yo, misionera", "yo contemplativa", "yo, madre de hijos" e iba dándoles vueltas a todos estos pensamientos, pero no acaba de encontrar su sitio. Hasta que al final, rezando y hablando con el Señor dijo: "En el corazón de la Iglesia que es mi madre, yo seré el amor". 3.- Esa es nuestra vocación, la vocación al amor, amar a todo el mundo, amar a Dios, de la manera que cada uno pueda hacerlo. Os pido hoy que os planteéis delante del Señor: ¿qué es lo que os pide el Señor?, ¿cómo vais a ser piedras vivas después de recibir el don del Espíritu? Cada uno que responda a su modo, circunstancia y edad. Los más pequeños tenéis una forma de vivir la fe, el amor a Dios y al prójimo, los más mayores encontraréis otras distintas; pero todos estamos invitados a construir el templo del Espíritu, porque nosotros somos, cada uno, un templo del Espíritu. Esta tarde va a entrar en cada uno de vosotros, en vuestro cenáculo, en vuestro templo, el Espíritu que va a iluminar vuestra vida, va a reconfortarla, va a darle sus dones. Todos somos templos del Espíritu y juntos formamos el gran templo de la Iglesia. Y ahí tenemos una tarea muy importante. 4.- El Evangelio de san Juan ha puesto hoy en boca de Jesús otra verdad, otro ejemplo, Pedro hablaba de Cristo como la piedra viva y nosotros somos piedras de la construcción, Juan utiliza otra imagen. Jesús dice: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.» (Jn 14, 6). Fijaos que no dice "Yo soy un indicador del camino". Jesús no es una señal de tráfico, un indicador. Jesús es el camino que quien quiera ser como Jesús tiene que vivir como Él, pensar como Él, sentir como Él, amar como Él. Esto es lo que se os está pidiendo en esta tarde en la que vais a recibir, sobre todo los confirmandos, el Espíritu de Jesús. Saldréis de aquí con el Espíritu de Jesús, por tanto, capaces de vivir a su estilo, de vivir como Él, siendo fieles a Jesús. Él es el Camino, no hay otro camino para la vida eterna, no hay otro camino para la felicidad. ¿Quién de vosotros quiere ser feliz? Todos queremos ser felices, todos. Pero, ¿qué pasa? Pues que a veces buscamos la felicidad donde no está. Tenemos tantos reclamos sociales que nos estimulan y nos indican otros caminos que aparentemente nos van a llevar a la felicidad, pero que a la postre no nos llevan a la felicidad. ¿Dónde está la felicidad? Donde está la verdad, donde está la verdadera libertad; es decir, Cristo. Cristo es el único que me puede proporcionar la verdadera felicidad de ser hombre, de ser hijo de Dios, porque es el Camino, es la Verdad. 5.- Hoy día hay muchas opiniones. Hoy existe la moda de que cualquier opinión es tan válida como otra. Una cosa es respetar las opiniones de las personas, que las respetamos. Y otra cosa es que todas las opiniones, incluso las contradictorias sean verdaderas, eso en lógica no puede ser. Una cosa no puede ser blanca y negra al mismo tiempo, o verde y roja a la vez. Por tanto, hay opiniones que pueden tener parte de verdad y otras que no pueden tenerla tanto. Mientras que Cristo sí que es la Verdad profunda, objetiva, verdadera. En Cristo no hay duda. Y cuando hacemos referencia a Cristo, cuando tomamos a Cristo como referencia objetiva ahí no nos equivocamos. Uno puede tener opiniones sobre cosas, incluso sobre cosas transcendentes, sobre Dios, sobre la vida eterna, sobre verdades reveladas, y decir: "yo creo que..." Uno puede pensar lo que quiera, pero no podemos pretender que lo que pensamos coincida con la realidad. ¿Cuál es, por tanto, el criterio objetivo de verdad? ¿Quién es el criterio? Jesucristo. Cuando tengáis duda preguntarle a Jesucristo, leed los Evangelios, atended lo que dice el Magisterio de la Iglesia que interpreta adecuadamente la revelación. Y no se puede ser piedra del templo de Cristo, del templo del Espíritu, como decía San Pedro, separado de Cristo y separado fuera de la Iglesia. Si quieres ser templo tienes que formar parte de la estructura eclesial. 6.- Vamos a pedirle al Señor que, en esta tarde, os regale abundantemente el Espíritu. Pero recordad que para que os llenéis del Espíritu habéis de abrid las puertas de vuestro corazón y vaciarlos de los posibles egoísmos que haya dentro de cada uno de vosotros, y de este modo penetren los dones del Espíritu. Le pedimos también, que Jesucristo sea siempre el punto de referencia, el fundamento de nuestra vida y de nuestra existencia, el norte de nuestro camino. Cuando alguien tenga la tentación de ir por otros derroteros que vuelva otra vez a mirar a Cristo, que camine a la luz de Cristo resucitado. Y pedimos a Santa María de la Victoria, Patrona de toda la diócesis, por tanto, de todos los fieles malagueños, que nos ayude a vivir como Cristo espera de nosotros. Y le agradecemos el regalo que vais a recibir esta tarde con el don y el sello del Espíritu Santo. Que así sea. Más artículos de: Homilías Funeral de la madre del Rvdo. José AcostaConfirmaciones en la parroquia de San José (Fuengirola) Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir