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Dos clarisas de Antequera celebran sus bodas de plata como religiosas

Publicado: 12/09/2023: 9347

Aniversario

El convento de clarisas de Belén de Antequera está de fiesta por las bodas de plata de Sor Christine Mwikali y Sor Jackline Kanini, quienes en 1995 llegaron a Antequera «para ayudar al convento por la falta de vocaciones» y hoy manifiestan su fe y piden a las familias «que hablen de Dios a los hijos». Renovaron sus promesas en una Eucaristía que presidió el Sr. Obispo el sábado 9 de septiembre.

«Desde pequeña, quería ser monja». Así de claro se manifiesta Christine. «Yo veía a las monjas al venir a mi parroquia con su velo, como las mujeres que van a la iglesia. Eran de vida activa y me llamaba la atención porque eran misioneras y quería seguir sus pasos».

«Mi abuela quería que hubiera una monja en la familia, una nieta religiosa. Mi madre quiso ser monja, pero conoció a mi padre y formaron una familia. Así que mi madre tenía también ese sueño. Y yo fui la respuesta al deseo de mi abuela y de mi madre», comparte Jackline.

Mons. Catalá acompañó a Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Mons. Catalá acompañó a Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Vivían en Kenia y «un sacerdote nos comentó la posibilidad de venir a España para ayudar a conventos que tenían falta de vocaciones. Nosotras creíamos que íbamos a ser de vida activa, pero nos cautivó la vida contemplativa de las clarisas y aquí seguimos».

Llegaron como jóvenes «de cero, directamente empezamos como aspirantes, luego postulantes y terminamos como novicias». Ahora celebran las bodas de plata de sus primeros votos y profesión. Decidieron entrar en el convento porque «lo que queríamos es hacer lo que Dios nos pidiera».

Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Recuerdan que en 1995 «en el convento había once nativas de España y dos de Kenia y hoy, 28 años después, sólo quedamos de nuestro país. Pero lo que más nos llama la atención es que la gente de aquí nos mira igual, nos considera parte del convento de Belén y eso nos llena».

Al llegar a España «aprendimos cómo se aman las hermanas, cómo viven la fe. Nos llenó cómo las hermanas se querían con amor y perdón ante el Santísimo. Vivir con el Señor, con la Eucaristía, rezar todas juntas para todo el mundo. Nosotros le llevamos el Santísimo al mundo entero».

A la gente «le llama la atención cómo cantamos y bailamos, porque es como le sentimos desde pequeñas» y así lo siguen manteniendo. «Cada vez son más los pequeños y jóvenes que se acercan sorprendidos. Ojalá les sirva para escuchar a Dios».

Mons. Catalá acompañó a Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Mons. Catalá acompañó a Sor Christine y Sor Jackline en sus bodas de plata como consagradas

Tras una época de bastantes llegadas, hoy «es muy difícil venir desde Kenia», por lo que ahora se busca que empiecen como novicias allí y luego vengan ya profesadas. Son conscientes de la falta de vocaciones, por lo que «aunque es difícil hoy querer vivir como monja, depende también de lo que los padres te digan, y de que te enseñen a descubrir a Dios desde niños, como lo hicieron nuestros padres. La vocación llama, no se puede obligar ni prohibir». Se muestran optimistas porque «la llamada de Dios no se va a acabar».

El programa Iglesia en Málaga de la Cadena COPE recogió el testimonio de ambas. Aquí puedes escucharlo:

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Antonio J. Guerrero

Periodista, director de El Sol de Antequera

@ajguerrero_sol
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