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Venerable D. Luis de Trelles

D. Luis de Trelles
Publicado: 04/03/2015: 8569

La Adoración Nocturna Española se siente conmovida y gratificada por el nuevo peldaño escalado para ver en los altares a nuestro “santo” fundador, Don Luis de Trelles y Noguerol (1819-1891), al haber sido reconocidas sus virtudes heroicas por el papa Francisco

Todo aquél que se aproxime a la vida y obra de D. Luis reconoce que se encuentra ante un santo, esté o no en los altares. Sin entrar en la vida profesional de D. Luis como abogado, jurisconsulto, político, etc., merece la pena señalar algunas pinceladas de su acendrada espiritualidad que se manifiesta en sus fundaciones.

Así, el culto continuo iniciado por D. José María Zamora, con el propósito de crear los coros, grupos de 31 personas que se comprometieran a comulgar una vez al mes. A la muerte del “afortunado Zamora”, en palabras de Trelles, por decisión testamentaria del propio Zamora, en 1868, se hace cargo D. Luis de la Secretaría del Culto Continuo, que recibe un espectacular impulso, llegando a más de 300.000 asociados.

Para fortalecer y coordinar tan sobrenatural obra, funda “La Lámpara del Santuario”, revista mensual de cuarenta páginas iniciada en enero de 1870 y concluida a su muerte en 1891, de la que era prácticamente su único redactor. Como reseña su portada: “Dedicada especial y únicamente a propagar la devoción al Santísimo Sacramento del Altar y a propagar la frecuencia de la comunión”. “La Lámpara del Santuario” de marzo de 1873, da cuenta en su “parte ascética”, del Centro Eucarístico de Madrid, germen de lo que posteriormente sería la Adoración Nocturna en España, cuyo fin era: “fomentar la devoción a Jesús Sacramentado y contribuir, por todos los medios más conducentes y posibles, al mayor decoro y esplendor del culto eucarístico”. Los fundadores piensan que “ha de ser agradable a los ojos de Dios Nuestro Señor, y que convenientemente desarrollada, puede ser al mismo tiempo de gran utilidad para la Iglesia”. Las Camareras de Jesús Sacramentado, última de las fundaciones de Trelles, muestra su preocupación por agrupar a la mujer en torno al Sacramento. Si no es posible de noche por las características sociales del momento, sí de día, atribuyéndoles la función de proporcionar y cuidar objetos y ornamentos litúrgicos.

Trelles era un laico comprometido con su fe y sus fundaciones, todas de profunda espiritualidad. Las virtudes eucarísticas que proclama constituyen todo un programa de vida de rabiosa actualidad. Málaga reconoció sus virtudes heroicas al dedicarle la calle que lleva su nombre. Loado sea Dios.

Diócesis Málaga

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