«Fue recibida por el vicario episcopal Roberto Rojo y el diácono permanente Fernando Moreno. El templo estaba lleno de fieles, cada uno con su quinqué o candelabro, para recibir la Luz de Belén.
Se inició la ceremonia con la bienvenida del Vicario y, a continuación, el feligrés Carlos Rubiales leyó un cuento de Navidad, que fue distribuido a todos los asistentes, tras su lectura», explican los feligreses de la parroquia.

El diácono Fernando Moreno proclamó el Evangelio y, en su homilía, el Vicario, explicó «cómo esta luz ha llegado hasta Melilla, e informó que por primera vez iba a América y que su deseo es que llegue hasta Sudáfica. De hecho, esta luz ha sido distribuida en la misiones católicas de Marruecos: Nador, Drius y Alhucemas». 

El Coro Interparroquial entonó villancicos, destacando el momento en el que, los fieles quinqué en alto y  con las luces de la iglesia apagadascantaron el tradicional villancico "Noche de paz". Todos los participantes encaminaron sus pasos al Belén instalado en Melilla la Vieja para depositar allí la luz a los pies del Niño Jesús. Camino que fue una gran fiesta de villancicos y alegría.