En su homilía, D. Jesús Catalá invitó a los fieles a pedir «su mediación para llegar, como él, a la cima de la santidad. Él celebró en esta misma catedral muchas veces; rezó y escuchó los mismos textos. ¿Por qué no imaginar que también nosotros podemos seguir el camino de santidad en la humildad y sencillez de la vida diaria?».

Y recordó que «San Manuel nos invita a vivir de la Eucaristía como manantial de amor y alimento de vida eterna; ello le sostuvo en su ministerio sacerdotal. En esta sociedad, alejada de Dios, es necesario vivir unidos a Jesucristo y celebrar el misterio pascual de su muerte y resurrección; de ahí sacamos la fuerza para ser testigos y ahí encontramos la salvación que Cristo nos ofrece».

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