Según los miembros del tribunal, es un tema muy complejo del que se están realizando estudios en unos once países y que promete un gran futuro.   El análisis se basa en la encuesta realizada a más de cien creyentes de nuestra diócesis (seglares, sacerdotes, religiosos y religiosas). Según las conclusiones a las que llega la flamante doctora, “la práctica religiosa favorece la armonía integral de la persona, a nivel de armonía interior, a nivel de armonía social y a nivel de armonía cósmica”.

Y es que “el sentido de la vida tiene consonancia con algunas actitudes humanas que K. Rahner (1977) señaló como fundamentales en la experiencia religiosa, tales como la esperanza incondicional en situaciones que desde un punto de vista empírico serían desesperadas, la alegría vivida como una promesa de una alegría ilimitada, la fidelidad y la confianza incondicionales a pesar de la experiencia de la fragilidad humana, el compromiso ético radical a pesar de que parezca una utopía, la percepción del carácter inexorable de la verdad, la fuerza para mantener la individualidad en armonía con la socializad”.

Un trabajo sumamente interesante para los que deseen conocer la buena salud de los cristianos malagueños y para todos los que buscan “calidad de vida”. Lleva como título “La experiencia óptima (flow) en la práctica religiosa cristiana”, ha estado dirigido por el profesor José Luis Zaccagnini y mereció la calificación de sobresaliente para la mesa de evaluación, presidida por la prestigiosa investigadora italiana Antonella delle Fave.