NoticiaCáritas Paqui Cabello: «Colichet, 25 años convirtiendo el sida en esperanza» Paqui Cabello conversa con una residente en la Casa Colichet // I. MARTOS Publicado: 28/11/2017: 18873 El 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Hace 25 años, la Diócesis de Málaga abrió las puertas de la Casa Colichet para acoger a personas que padecen esta enfermedad. Paqui Cabello, su directora, nos cuenta la vida de esta casa, atendida por las Hijas de la Caridad y en la que han vivido un total de 354 personas. «Llegan a la casa rotos, golpeados por la vida y deteriorados físicamente. La verdadera transformación se consigue cuando se restauran los corazones y ellos se sientes queridos y aceptados» ¿Cómo vais a celebrar el Día Mundial de la Lucha contra el Sida? Hemos organizado una semana de puertas abiertas de la Casa Colichet, que culmina el día 1. Tendremos la casa abierta a toda la gente que quiera conocerla, los residentes expondrán los trabajos que preparan en los talleres y se explicará a quienes vengan la historia de esta casa y de la enfermedad. El día 30 de noviembre, vamos a celebrar varios actos en Churriana. En primer lugar, haremos un acto público en la parroquia; comenzaremos dentro del templo y después saldremos a la plaza para hacer una oración y leer un manifiesto. En segundo lugar, haremos una caminata con velas encendidas hasta la residencia Buen Samaritano, donde Manuel Castaño, médico especializado en enfermedades infecciosas del Hospital Carlos Haya, nos contará la actualidad de la enfermedad, cómo ha evolucionado, cuáles son los miedos y tabúes que todavía existen… la realidad es que se le ha perdido el miedo a la enfermedad pero sigue avanzando y hay que hacer lo posible para ponerle freno. Por último, concluiremos nuestra ruta hasta llegar a la Casa Colichet, con el objetivo de que la gente conozca la casa y el calor que en ella se vive y se transmite, para lo que ofreceremos un caldito del puchero calentito y compartiremos experiencias residentes, voluntarios y cuantos se acerquen. Hemos querido que los actos comiencen en el templo, pues la Iglesia ha sido pionera y punta de lanza en la lucha contra el sida y el acompañamiento a los enfermos. ¿Cuál es el perfil del residente en Colichet? En Colichet acogemos a personas enfermas de VIH que estén en un estadío de la enfermedad muy avanzado. Lo que antes era una fase terminal, ahora es una enfermedad crónica. Estas personas suelen tener, además, problemas familiares, pocos recursos, están solos, vienen muy “rotos” y no tienen cabida en otros centros. La Iglesia siempre ha estado y está al lado de los más necesitados. ¿Cuántas personas han habitado la Casa en estos 25 años? En la actualidad son 12. Tenemos 13 camas, una de emergencia social que hace poco se quedó vacía. En estos 25 años han sido 354 personas las que han vivido en ella. Podrían parecer pocos, pero hay muchas que son de larga estancia. Actualmente tenemos varias personas que llevan en la casa más de diez años. 354 personas, 354 historias. Así es, además historias preciosas e inolvidables de superación, de lucha, de transformación… Llegan a la casa tan rotos, golpeados por la vida y deteriorados físicamente que lo primero a lo que nos dedicamos es a curar las heridas. Pero la verdadera transformación se consigue cuando se restauran los corazones y ellos se sienten queridos y aceptados, a pesar de su enfermedad. Muchos nos llegan de la prisión, de haber estado en la calle, de consumir drogas, de estar señalados. Es urgente ayudarles a restaurar su dignidad como personas. Un ejemplo sencillo. Me acompañaron tres chicos a las Jornadas de Pastoral Social y Cáritas, que se celebraron en la Casa Diocesana a mediados de noviembre. El simple hecho de compartir la mesa y el almuerzo con otras personas sin sentirse señalados, hizo que se sintieran tremendamente felices y aceptados. Aparte de la profesionalidad con que se les atiende, realmente lo que les cura es el amor y el cariño. Colichet, gracias a Dios tiene ese doble poder curativo. 25 años compartiendo esperanza. Colichet abrió sus puertas en 1992, hace ya 25 años y, desde entonces, es una casa llena de esperanza. Al comienzo, el objetivo era ayudar en sus últimos días, a estas personas que venían con poca esperanza de vida. Hoy día, las cosas han cambiado mucho. Es una casa con mucha esperanza, llena de vida. ¿Qué caracteriza a Colichet? Creo que la sencillez y el cariño con los que se vive y se prepara todo; y la alegría que se transmite. ¿Qué actividades y salidas programáis con ellos? Todos los días hacen sus talleres de informática, lectura, manualidades… dirigidos por voluntarios. Este año están haciendo un taller con el que están conociendo la historia y la geografía de Málaga y de España y están disfrutando mucho. También organizamos actividades lúdicas y salidas. No se trata de que vivan aquí encerrados, sino de que se sientan tan queridos que no necesiten irse para caer en la tentación y volver a consumir. Aún así, tiene sus espacios semanales para que salgan solos a pasear y hagan una vida lo más normal posible con los vecinos del barrio. ¿Es posible que se recuperen hasta regresar a sus hogares? Es posible. Es cierto que quien tiene graves problemas físicos estás más limitado y, aunque se consigan grandes mejoras, no se recuperan del todo; y sería muy difícil ser atendidos en una casa normal. Pero hoy por hoy, los casos de éxito son cada día más. A pesar de que acogemos siempre a los que más lo necesitan y se encuentran más vulnerables. En los últimos años, cuatro acogidos han regresado a sus hogares. Seguimos en contacto con ellos e incluso regresan a la Casa como voluntarios. Son casos que nos alientan a todos.