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Semblanza del Rvdo. D. Antonio Hoyos Benítez

Publicado: 01/12/2021: 6126

Presbítero

El delegado para el Clero, Francisco González, leyó la siguiente semblanza del sacerdote Antonio Hoyos Benítez en su Misa corpore insepulto

D. Antonio Hoyos nace en la cercana población de Arriate el 21 de marzo de 1938, en plena Guerra Civil española, en el seno de una familia compuesta por los padres y cinco hijos. 

A muy temprana edad marchó a nuestro Seminario Diocesano donde, junto a los estudios filosóficos y teológicos, desempeñó diversas responsabilidades; especialmente gozaba con el canto, para el que estaba muy bien dotado. 

El curso 1964-1965 es enviado como diácono a la Parroquia Ntra. Sra. del Socorro de Ronda. A finales de ese curso, el 31 de mayo de 1965, con  27 años, va a recibir la Ordenación Presbiteral en la Parroquia de San José Obrero de Málaga. Un gran día en el que se cumplía su sueño de ser sacerdote de Cristo. 

Durante su primer año va a realizar trabajos pastorales como Misionero Rural en Vélez Málaga y como Vicario Parroquial de Ntra. Sra. del Socorro de Ronda y San Juan de Letrán de Arriate.

Cuando estaba próximo el final del Concilio Vaticano II, recibe su primer destino como Párroco de Cútar y Salto del Negro, parroquias que le marcaran su futuro ministerio entre gente sencilla. Siempre contaba que en esos pueblos aprendió muchas cosas de la vida cotidiana como aquella, que ha mantenido durante toda su vida, de que el mejor momento para cortarse el cabello y que no crezca tanto, es hacerlo en “luna menguante”.

En 1969 recibe el nombramiento de Párroco de la Parroquia de la Encarnación de El Burgo, su gran amor sacerdotal, unido  a la atención pastoral de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Encarnación de Yunquera que había quedado sin párroco. En ellas pasará 17 años realizando una hermosa labor pastoral.

En 1986 va a ser nombrado párroco del Espíritu Santo de Ronda y Capellán del Hospital Comarcal, misión que va a desempeñar con especial entusiasmo y dedicación hasta el año 2017 en que se inaugura el actual nuevo centro hospitalario.   

Durante su última etapa pastoral es enviado a las Parroquias de Parauta y Cartajima, además de ser Patrono de la Fundación Moctezuma de Ronda.  Finalmente recibirá el nombramiento de Capellán de la Residencia Parra Grossi y Capellán de las Carmelitas Descalzas. ¡Cincuenta y seis años de vida sacerdotal entregada a Dios y por Dios, hasta el último día de su existencia!

D. Antonio ha sido siempre un hombre ordenado en su tiempo, fiel a sus hábitos y con una ironía sutil, como cuando decía que para cumplir uno de sus deseos, volar, había tenido que darle un infarto. Amante de las letras, especialmente del latín, y fraterno con sus hermanos de presbiterio. Mientras tuvo salud, jamás faltó a la Misa Crismal. Su arcipreste siempre tenía en cuenta esa llamada anual para la celebración en la Catedral y, luego,  pasar ese día de encuentro fraternal con sus hermanos.

La pasada noche el Padre lo llamó para el encuentro definitivo con Él. Una fecha providencial, ya que coincide con la del fallecimiento  de su homónimo el Beato Bernardo Hoyos, sacerdote jesuita, gran predicador de la devoción al sagrado Corazón de Jesús, que había fallecido justo ese mismo día del año 1735. 

D. Antonio Hoyos Benítez, descanse en paz.

29 de noviembre de 2021

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