NoticiaPentecostés Pilar Pérez: «El mundo rociero ha vivido como nunca la devoción» Pilar Pérez Acosta, hermana mayor de la Hermandad Rociera de Vélez-Málaga Publicado: 02/06/2020: 9022 Pilar Pérez Acosta Pilar Pérez Acosta es la hermana mayor de la Hermandad Rociera de Vélez-Málaga. Sin duda alguna, este 2020 pasará a la historia como un año negro en toda la humanidad. Todos estamos consternados por la gran cantidad de fallecidos y la grave situación que ha causado esta pandemia. Desde nuestra Hermandad, tanto individualmente como en colectivo, tratamos de contribuir, cada uno desde sus circunstancias, ayudando en todo lo que nos es posible. La verdad es que, aunque ha habido casos de COVID-19 en nuestra zona, gracias a Dios, la enfermedad no ha sido especialmente maligna en Vélez-Málaga. El Rocío es fiesta, alegría y devoción, así que este año el mundo rociero ha renunciado al jaleo y ha vivido, como nunca, la devoción a la Santísima Virgen. En este Pentecostés, la Blanca Paloma nos llenó del Rocío del Espíritu Santo, como hija, madre y esposa de Dios, siendo consuelo y camino de esperanza para todos los rocieros. Incluso, quitándole todos los atributos que lo identifican: el camino, la Aaldea, la convivencia, etc. El Rocío se celebra, porque siempre nos queda su liturgia. Como el Sr. Obispo de Huelva nos indicó en su homilía del domingo de Pentecostés, en la que nos animó a los rocieros a la “peregrinación del corazón” a celebrar con la Virgen este “singular” Pentecostés. “No hay romería, pero sí hay Pentecostés, sí hay Rocío, porque el Espíritu Santo no conoce fronteras”. María es la verdad del Rocío; en nuestro caso lo celebramos en casa, de una forma más recogida, en familia, con el corazón y también en nuestra parroquia de San Juan, siempre con la nostalgia de los caminos vividos. Nuestro consiliario nos ha hecho ver que “este año no hemos ido al Rocío, pero la Virgen ha venido aquí, está con todos nosotros, y hemos vivido su fiesta como un Rocío Chico”, una celebración de su día con todo el Vélez rociero reunido en nuestra comunidad parroquial alrededor de ella. Para el año que viene mantenemos la ilusión renovada, con más fuerza si cabe, para hacer un nuevo camino, y para llegar al encuentro tan deseado con la Santísima Virgen del Rocío que, como Madre, sabemos que siempre nos estará esperando.