Se trata del inicio oficial de estas fiestas en la ciudad corazón de Andalucía: Antequera. La Hermandad que preside Antonio Bracho Rubio, el eterno sacristán de San Pedro, tuvo a bien elegir como pregonero, al que fuera diácono en su parroquia el último año, hoy ya sacerdote diocesano: el joven padre Andrés Conde Cabrera.

Llamaba la atención que un sacerdote pregonara la Navidad, y más recién ordenado. Pero allí estaba él, serio, en su papel, sentado en primera fila, con traje y alzacuellos. Y llegó el momento de su intervención, para lo que entró a la sacristía, desde donde salió como pastor, ataviado para la ocasión para iniciar su Pregón de Navidad.

Entró al templo buscando al Niño Jesús que pronto nacerá en Antequera. Se puso a sus pies y oró ante Él en varias ocasiones. Destacó el barroquismo de Antequera, donde no sólo hay cofradías de Gloria y de Pasión tradicionales, sino también ésta de Gloria que se dedica a promover los Nacimientos. Detalló los símbolos del Nacimiento, desde el buey y la mula, a los pastores, y lógicamente, al Misterio con San José, la Virgen María y... el Niño Jesús. Pidió que no nos quedemos sólo en los estético, sino en lo que representa el Nacimiento del Niño Dios, en el Belén, y en todos esos hogares donde falta el amor de las familias, de los unos con los otros.

Destacó el papel y la importancia de la madre en las familias, de la vida, y pidió vivir cristianamente. Narró la Navidad sobre el Belén presente, desde la adoración de los pastores hasta la llegada de los Reyes Magos. Fue apoteósica su oratoria y forma de declamar, en llamar la atención con su voz y cánticos, que pueden ver en el vídeo que le ofrecemos en esta noticia. Fue muy aplaudido por su forma de cantar la Navidad, de escenificar su palabra, mediante su oratoria, vestimenta y sobre todo, emocionar al sentarse al lado del Niño Jesús presente.

Antequera, sus cofradías, también tienen hermandades que promueven la Navidad, como ésta del Nacimiento. Esta Navidad, en Antequera, el canto del Nacimiento ha sido pronunciado por un sacerdote, el padre Andrés Conde Cabrera, que dio una lección de cómo combinar la celebración, la palabra, con la fe, en su sentido Pregón de Navidad.