NoticiaCáritas José Miguel Santos: «La riqueza de Cáritas es la gran familia que la forma» Publicado: 16/09/2024: 1971 Entrevista El nuevo director de Cáritas Diocesana de Málaga, José Miguel Santos Paradas, ha tomado posesión de su cargo ante el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá. «Como decía el padre Arrupe, "es mucha verdad que los problemas nos desbordan y que no lo podemos todo. Pero lo poco que podemos ¿lo hacemos todo?"» ¿Cómo acoge este nombramiento? Acojo está misión de la única forma que creo que se puede hacer: con actitud de servicio. Agradecido por la confianza, y pidiendo al Señor que me ayude a vivirlo con humildad y estando lo más cerca que pueda de las personas que forman Cáritas, de las Cáritas parroquiales que están en los barrios atentos a los más necesitados, y de todos los que conviven en los centros y proyectos. No vendrá mal rezar para que sea así, o lo que el Señor quiera que sea. Con esta tarea quisiera ayudar desde la fe y en comunidad. Ayudar a que el diálogo, la donación y la entrega, que son fruto de la dimensión trinitaria de la fe, nos inspiren en el camino compartido con las personas que acompañamos, con las parroquias, los voluntarios, los donantes, los socios y los trabajadores de Cáritas. Para mí es una tranquilidad y un apoyo la magnífica labor que ya hace la familia de Cáritas. Yo solo espero animar y no entorpecer todo lo bueno que se hace. Su vinculación a Cáritas no es nueva, ¿qué le une al brazo socio caritativo de la Iglesia en Málaga? ¿Cómo ve su misión en estos tiempos difíciles? En diferentes periodos he formado parte del equipo de formación de Cáritas Diocesana de Málaga; fui coordinador del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas, y hasta ahora era responsable del Programa de Formación en Cáritas. Por lo que, como voluntario, he ido caminando desde estás áreas en lo que he podido. Y en este tiempo, con sus luces y sus sombras, cada día, en lo cotidiano, debemos trabajar para hacer de Cáritas una escuela y una casa “de” encuentro y “para” el encuentro con el Pobre y los pobres. Como nos anima el papa Francisco en Fratelli Tutti caminando cerca de los últimos, siendo una comunidad que nos sostiene, que nos ayuda y en la que nos ayudamos unos a otros a mirar hacia delante. Asumir esta responsabilidad supone dejar su tarea docente, ¿cómo vive ese cambio? Sí, asumir esta tarea supone dejar la tarea docente, e implica más cosas. Por eso la decisión la tomo después de un ejercicio de discernimiento de más de mes y medio, en el que me ha acompañado Virginia, mi mujer; Silvio Bueno, religioso de los SSCC, que es mi acompañante personal, y el jesuita Darió Mollá sj. Entre todos hemos ido rezando, cuidando y acompañando la decisión. La coincidencia en muchas dimensiones me ha dado paz a la hora de acoger cualquier propuesta que viniera del Consejo Diocesano. Y es extraño no ver el colegio en estos días. Han sido más de veinte años dedicados a la educación, una tarea que es maravillosa. No ver el ajetreo de los primeros días, las reuniones con los compañeros y compañeras para organizar el curso, los chavales entrando los primeros días por la puerta, la ilusión de comenzar un nuevo curso, las dificultades que iban llegando conforme te encuentras con las familias y la realidad del barrio. Es extraño no vivirlo estos días. Y me ayuda a valorar qué importante es la tarea educativa y qué poca atención se le presta en tantas ocasiones. Y más cuando la realidad de un colegio como en el que yo estaba, el colegio Misioneras Cruzadas de la Iglesia, en Palma-Palmilla, atiende tantas necesidades con las que se encuentra en el día a día. Y, también, vivo el cambio con ilusión. Poder acompañar y formar parte de este servicio de la Iglesia a aquellos que más lo necesitan es un don y una tarea que sólo puedo vivirla desde la fe. En estos primeros pasos ¿cuál es el principal objetivo? Me gusta hablar más de horizontes que de objetivos. Si me planteo un horizonte en estos primeros días en Cáritas es acercarme, escuchar y aprender de cada persona que forma parte de la familia de Cáritas. Porque, como nos recuerda Benedicto XVI en la encíclica Deus caritas est, «todo comienza por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida». Y cada encuentro, con personas y con la realidad que vivien, lo hago con una pregunta de fondo, que desde que la leí me acompaña, es la pregunta que el padre Arrupe hizo a sus hermanos jesuitas al comenzar la Congregación General 32, y que yo me hago y rezo con el Señor en muchas ocasiones: «Es mucha verdad que los problemas nos desbordan y que no lo podemos todo. Pero lo poco que podemos ¿lo hacemos todo?». ¿Qué destacaría del anterior director, Francisco Sánchez Heras? Su trabajo durante tantos años como director de Cáritas, el conocimiento de la institución y su experiencia de trabajo en la Diócesis que ha dejado huella. Y coincido con él en que la riqueza de Cáritas es la gran familia que la forma.