NoticiaMedalla Pro-Ecclesia Malacitana Marisa Peláez: «El día que cumplí 50 años entré en la Cáritas parroquial» Publicado: 25/03/2024: 6368 Medalla Pro Ecclesia Malacitana Marisa Peláez Rupérez pertenece a la parroquia de San Manuel González, en Mijas-Costa. El día que recibieron al Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, en la Visita Pastoral que viene realizando por el arciprestazgo de Fuengirola-Torremolinos, Marisa recibió, junto a Dolores Carmona, una sorpresa más, la Medalla Pro Ecclesia Malacitana, que le impuso el propio prelado. ¿Cómo fue para usted recibir la Medalla? Fue una sorpresa muy grande y siempre le estaré muy agradecida a mi párroco, José María Ramos Villalobos, pero yo no me creo merecedora de tal honor porque pienso que, para un cristiano, darse a los demás y ayudar es parte de su ser. Yo creo que no hago nada distinto ni especial a los demás, sino que hago lo que me sale del corazón; y tengo claro que mi mejor reconocimiento es ver las caras de las personas con las que hablo todos los días en Cáritas parroquial. Aún así, se lo agradezco muchísimo a mi párroco, al Sr. Obispo y a todos, y esta Medalla me motiva para apretar un poquito más, porque todo se puede hacer mejor. × ¿Desde cuándo es usted parte de la parroquia san Manuel González? Era catequista desde hacía varios años pero, el día que cumplí los 50, en 1998, entré a forma parte de la Cáritas de la parroquia y, desde entonces, estoy colaborando en ella, y ya voy por 75 años. También soy ministra extraordinaria de la Comunión. ¡Qué fiesta de cumpleaños tan original tuvo! ¿En qué tareas de la parroquia ha servido en este tiempo? En catequesis, en Cáritas y, como no se me da mal la costura y la cocina pues ahí estoy siempre disponible para lo que haya que preparar para la parroquia, ya sea para la liturgia, para coser un nuevo mantel, para cocinar el cordero de la Pascua… como para un vecino más. En los grupos de catequesis de la parroquia hemos llegado a tener hasta 900 niños con lo cual nos hemos tenido que desdoblar para atender todos los grupos. Y en Cáritas, ¿cuál es su labor? Ser parte de Cáritas es un no parar, siempre hay algo que hacer con y por las personas más necesitadas. Mi labor es coordinar un poquito el trabajo que realizamos pues, son muchas las personas que viene pidiendo ayuda, pero también son muchas las personas que vienen a ofrecer su ayuda, tanto de tiempo como de dinero y alimentos. Tenemos muchas personas con un corazón enorme en nuestra parroquia. Hasta tenemos un club, el Rotary Club, que no son creyentes, pero que siempre están dispuestos a hacer buenas obras y nos preguntan qué necesitamos para proporcionárnoslo. Marisa, para ti, ¿qué es la parroquia? Es mi familia y te lo cuento con una anécdota. Hace un tiempo me caí y me rompí la muñeca. A quienes primero llamé fue a mis compañero de Pastoral de la Salud, que me llevaron a urgencias y me atendieron. Mi hija vive en Madrid y a mi hijo le dio un ictus hace 11 años y tiene problemas de movilidad, así que mi familia de la parroquia son mis pies y mis manos. Eso es lo que yo siento por la parroquia. ¿Cuál es su acción de gracias a Dios? Tengo dos hijos y cuatro nietos. Todos maravillosos y por todos ellos le doy gracias a Dios, a quien también le doy las gracias cada día por el día nuevo y por poder levantarme, dedicar mi tiempo a los demás y ver cómo los quiero y cómo me quieren ellos. El rostro de las personas a las que atiendo refleja en mí el amor de Dios. Esas caras son luz, transmiten cariño y amor, y por todo ello doy gracias a Dios. ×