Madre Asunción nació en Quart de Poblet (Valencia) el 19 de agosto de 1881. Los caminos del Señor la llevaron a Málaga el año 1919 a petición del señor Obispo. Se le pide el servicio de revitalizar una Congregación en decadencia -Carmelitas de San Juan de Dios-. Ante las dificultades surgidas, el Obispo le propone hacer algo nuevo y nacen las Hermanas Carmelitas del Corazón Eucarístico de Jesús: el sello del Obispo de los Sagrarios está impreso en el nombre de la nueva Congregación, como lo estuvo en la espiritualidad de Madre Asunción, profundamente eucarística y apóstol de la devoción a Jesús Eucaristía: “Hagamos de nuestro corazón un sagrario…” inculcaba a sus hijas. 

En Málaga nació, creció y dio mucho fruto la Congregación desde el principio. Nacida en el hoy nº 22 del paseo El Limonar, en mayo del 1924. Ese mismo año, el 16 de julio, el señor Obispo pide a Madre Asunción que envíe una Comunidad al Seminario Diocesano para el servicio de cocina y enfermería. Allí desarrolla su misión de servicio a la Iglesia diocesana la Congregación, desde el 17 de julio de 1924 hasta el 10 de diciembre de 1992.  

 No fue solo en el Seminario, o en el Colegio-Asilo (Limonar) que Málaga recibe las primicias del don carismático concedido a las Carmelitas de Madre Asunción: además de los sacerdotes y seminaristas, de la infancia necesitada, las reciben los enfermos, los ancianos, los hospedados del Albergue Nacional, los internos de la Prisión Provincial… a ellos envía Madre Asunción a sus hijas y en ellos se hace presente ella misma para compartir la misión de las Hermanas.  

Los convulsos avatares históricos que le tocó vivir y que culminan en la Guerra Civil española del 1936, se ceban en Málaga con los sacerdotes y son encarcelados corriendo gran peligro sus vidas, como lo demuestran sus numerosos mártires. Madre Asunción y sus hijas se presentan en checas, en comités… donde sea; sufren amenazas e insultos, pero nada les arredra, su deseo es liberar a los sacerdotes presos.  Lo consiguen en bastantes casos, los lleva al Colegio-Asilo donde permanecen escondidos con peligro para todos, incluida la Comunidad, sobre todo Madre Asunción que se presenta -valientemente- como la responsable. Un chivatazo avisa a las patrullas de que en el Asilo de las Carmelitas hay sacerdotes escondidos: con coraje y estrategia salvan a un buen número de sacerdotes de Málaga, muchos de los cuales han dejado su testimonio de agradecimiento.  

Madre Asunción testimonió con su vida y con su obra que la “gloria de Dios es que el hombre viva”. Apasionada por Cristo y por la Humanidad, respondió a las urgencias de la Iglesia siempre que contara con Hermanas; no reparó en peligros ni en dificultades, a su fallecimiento, había fundado 90 comunidades, la Congregación estaba de misión en Europa, América y África. Su respuesta a las solicitudes era: “Estamos para lo que Dios quiera”. 

Su causa de canonización fue introducida en la diócesis de Madrid el 23 de noviembre de 2002. Actualmente se encuentra en la FASE ROMANA. Confiamos y esperamos que las virtudes, vividas en grado heroico por Madre Asación, sean reconocidas oficialmente por la Iglesia para gloria de Dios. Sus restos mortales descansan en la Capilla del colegio “Madre Asunción”, Limonar nº 22 de Málaga.