Del 26 al 29 de diciembre, jóvenes de Málaga, su provincia y la ciudad autónoma de Melilla han participado en el Campo de Trabajo Lázaro. La figura de María era crucial en esta edición. Tras la dinámica de presentación, la primera noche, los jóvenes pusieron ante el niño Jesús recién nacido su "compromiso de ser luz" en los centros que van a visitar estos días. Hasta el 29 de diciembre, han ido acercándose para aportar su alegría y esfuerzo a distintos lugares de Málaga, para acercarse a distintas periferias existenciales: entre ellos, algunos centros sociosanitarios de Cáritas, como la casa de acogida Colichet, el centro gerontológico El Buen Samaritano y el Hogar Pozo Dulce para personas sin hogar, y de otras entidades, como El Comedor de Santo Domingo, la Casa del Sagrado Corazón (Cottolengo), los Ángeles Custodios, la guardería Santa Teresa de las Hijas de la Caridad en La Palmilla y la casa de las Adoratrices.

Entre los monitores han participado 5 seminaristas mayores. Uno de ellos, Cristian Carrasco, nos cuenta que cada día se levantaban temprano, para empezar el día con la oración de la mañana, que ha ido tocando la Visitación de María a su prima Isabel, el nacimiento de Jesús pobre y la adoración de los Magos de Oriente. De 7 a 15 horas han acudido a los centros por equipos. A las 15 horas volvían al Seminario, donde después de comer, tenían la Eucaristía seguida de la Catequesis, el Adoremus, la cena y la velada, siempre un momento vivido desde la alegría, a la que se han acercado sacerdotes para compartir con ellos. «El adoremus es el momento de mayor intensidad, en el que ponemos todo lo vivido durante el día: historias, rostros, fragilidades, en las manos del Señor y le damos gracias por ello», afirma Cristian. 

Los participantes estaban divididos por edades en cuatro "casas", al más puro estilo Harry Potter: los Magos de Oriente, la Sagrada Familia, los Pastores/adoradores y la Corte Celestial.

El CTL, organizado por Cáritas Diocesana y la Delegación de Infancia y Juventud, con la colaboración del Seminario Diocesano y Pastoral Vocacional, tiene su conclusión el jueves 29 de diciembre, tras la celebración de la Eucaristía, presidida por el vicario de la Acción Social, Juan Manuel Ortíz Palomo, y concelebrada por los delegados de vocacional y juventud, Fernando Luque y Fran Ruiz, respectivamente, y la posterior cena.