NoticiaEntrevistas Gabriel Leal: «Doy gracias a Dios por tantos alumnos que me han hecho vislumbrar su presencia» Gabriel Leal, sacerdote de la Diócesis de Málaga// F. HERNÁNDEZ · Autor: F. HERNÁNDEZ Publicado: 21/07/2021: 18961 Desde el curso 2009-2010 es el director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Pablo, y desde el 2018-2019, el del Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo. Gabriel Leal (Churriana, 1947) concluye su período de dirección, pero sigue invitando a todos los laicos a que se formen pues «el descubrimiento del misterio de Dios y de la Iglesia a través del estudio teológico es apasionante, abre horizontes insospechados y de una manera imperceptible nos va cambiando por dentro, nos hace vivir más en Cristo». Director del ISCR San Pablo, desde el curso 2009-2010; de la Escuela Teológica San Manuel González desde 1997; del Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo desde su creación hace tres cursos; y coordinador general de los Centros de Estudios Teológicos de la Diócesis (Seminario Diocesano, ISCR San Pablo y Escuela Teológica Beato Manuel González), desde el curso 2009-2010. Son muchos los años que ha estado al frente de estos centros, ¿qué es lo que destacaría de estos años y de estos centros en los que se ha promocionado, y se sigue haciendo, la formación y la comunión? Destacaría tres cosas que creo son comunes a todos ellos El interés de muchos laicos por adquirir una mejor formación teológico pastoral que les permita comprender mejor y dar razón de nuestra fe La generosa apuesta de la diócesis por la formación de los religiosos, seminaristas y, muy especialmente, de los laicos, iniciada por nuestro querido Obispo emérito D. Ramón Buxarrais y que han continuado apoyando y mejorando los Obispos que le han sucedido. El gran esfuerzo que se ha hecho en la formación y renovación de los profesores. Sacerdotes y laicos, con el decidido apoyo de nuestro pastor, D. Jesús Catalá. ¿Cómo recuerda sus inicios en los centros teológicos? Los recuerdo con mucho cariño. Siendo director del Centro Teológico nuestro querido D. Manuel Pineda, empecé a explicar parte de los Evangelios Sinópticos. Posteriormente, estuve ayudándole en la organización y funcionamiento del Centro de Teología Ciencias Religiosas caló hondo entre los laicos de la diócesis. ¿Cómo ha visto el interés por la formación teológica entre los seglares de la diócesis? He visto crecer bastante el interés de los seglares, la cantidad de personas que han pasado por nuestros centros son buena muestra de ello. En muchísimos casos son los mismos alumnos los que a la vista de su experiencia positiva invitan a otras personas a incorporarse a algunas de nuestras ofertas formativas. Revisando el alumnado de nuestros centros, con ocasión de la finalización de mi servicio como Director, he quedado asombrado al ver el elenco de personas, sus titulaciones académicas y sus ámbitos profesionales de los alumnos de nuestros centros. No paro de admirarme y dar gracias a Dios. Y la Escuela Teológica, con sus seis sedes y la oferta semipresencial, repartidas por toda la diócesis, es una preciosa oportunidad de formación para muchos fieles implicados en cientos de tareas pastorales en las parroquias. ¿Qué tiene esta Escuela que quien pasa por ella queda marcado? A juzgar por las encuestas de evaluación que los alumnos hacen de la formación recibida, estos valoran los temas de estudio, la calidad de los profesores y, sobre todo, lo mas específico de la Escuela, su metodología y las reuniones de grupo. Esto es de una gran riqueza porque con el método ver, juzgar y actuar, inspirado en el método de la Acción Católica, cada semana comparten su reflexión y compromiso, al hilo de los temas que van estudiando, con personas de diversos niveles culturales, ámbitos profesionales, parroquiales, movimientos apostólicos, hermandades y cofradías. Esto les hace descubrir la riqueza de nuestra Diócesis. En el nuevo Centro Superior de Estudios Teológicos estudian codo con codo laicos y seminaristas, ¿qué aporta esta unión formativa a unos y otros? ¿Se animan mutuamente? Creo que es una excelente oportunidad, en primer lugar, para que se conozcan y hagan camino juntos personas con vocaciones diversas, llamadas a ser complementarias. Pienso que el sacrificio con el que la mayoría de los laicos hace sus estudios, sacando además su trabajo profesional, las obligaciones familiares y sus compromisos apostólicos, puede ser para los seminaristas un estimulo en su estudio y entrega a la formación del Seminario, así como un mejor conocimiento y valoración del laicado. El conocimiento de los futuros presbíteros y su entusiasmo por parte de los laicos es una buena oportunidad para conocer, valorar y colaborar mejor con nuestro Seminario ¿Cómo invitaría a los lectores a sumergirse en la formación teológica? ¿Por qué es necesario que estemos formados? Los invitaría mostrándoles que el descubrimiento del misterio de Dios y de la Iglesia a través del estudio teológico es apasionante, abre horizontes insospechados y de una manera imperceptible nos va cambiando por dentro, nos hace vivir más en Cristo Hoy es muy necesaria la formación. Sin ella difícilmente podemos crecer y madurar en la fe, sobre todo en estos tiempos donde los cristianos no sólo encontramos poco apoyo social sino que frecuentemente somos cuestionados. Es muy difícil poder dar razón de nuestra esperanza sin una buena formación. Tres cosas por las que da gracias de todo este tiempo vivido. - Por haberme encontrado con tantos alumnos, procedentes de distintos ámbitos profesionales y eclesiales, que me han hecho vislumbrar la presencia y cercanía de Dios. - Por los equipos de personas con los que he compartido esta tarea, secretarios, monitores, profesores, etc. La inmensa mayoría de ellos voluntarios que de una manera gratuita hacen posible esta aventura formativa. - Por la ayuda y comprensión que siempre he encontrado en los equipos de trabajo y muy especialmente la acogida y apoyo que me han dispensado los sacerdotes.