Noticia ACDP: «Tenemos que dar razón de nuestra fe siempre» Remedios Martín, miembro de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) Publicado: 06/07/2020: 14515 Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) fue fundada el 3 de diciembre de 1909 por el padre Ángel Ayala SJ. Su primer presidente fue el siervo de Dios Ángel Herrera Oria. Es una agrupación de seglares católicos cuyo carisma se orienta a la propagación de la fe católica y al apostolado, formando e instando a sus miembros para que tomen parte activa en la vida pública y sirviendo de nexo de unión de los católicos. Es una asociación de laicos que, por una parte, une la vida intelectual y de estudio con la vida de piedad, orientándolas al servicio de la Iglesia, por la que se tiene un profundo amor filial; y por otra, prima la iniciativa privada de sus asociados, con propia autonomía para la acción y determinación, dentro del cauce marcado por sus Estatutos. La acción de la ACdP abarca toda la vida social y pública. Promueve obras con finalidad educativa, como la Universidad CEU San pablo y el Colegio Mayor Universitario de San Pablo, y culturales, como la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria y el diario digital eldebatedehoy.es TESTIMONIO. Remedios Martín Aquí puedes escuchar el testimonio emitido en COPE Málaga Me llamo Reme Martín y soy miembro de la ACdP de Málaga. Conocí la asociación en unas jornadas de Católicos y Vida Pública celebradas en nuestra ciudad hace ya varios años. Me pareció muy interesante reflexionar sobre la presencia de los cristianos en todos los ámbitos de la vida y no solo en la esfera privada. La mayoría desempeñamos alguna actividad en nuestra ciudad ya sea profesional, de ocio, incluso familiar y la ACdP propicia que esta presencia sea fermento activo de evangelización.Para mí, este es uno de sus aspectos más atractivos; el otro grado distintivo de la ACdP, que pienso que es tan necesario hoy como lo fue en sus orígenes, es la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia. Don Ángel Herrera propició la reforma agraria y llevó a cabo, por toda la provincia, una ingente labor educativa y asistencia integral, rescatando a la población rural de la situación de pobreza e ignorancia, que es otra forma de pobreza. La obra de Don Ángel ayudó a miles de personas espiritual y materialmente. En las escuelas-capilla, unas 250, las maestras hacían igualmente de enfermeras y trabajadoras sociales, además de catequistas. En la ACdP de Málaga tenemos la inmensa suerte de contar con antiguas maestras y alumnos de las escuelas rurales, ya jubilados, personas que conocieron y trataron personalmente al cardenal y que llevan muy marcada la impronta de su obra. En la ciudad, el cardenal Herrera también cuidó la regeneración de los barrios más deprimidos, pudo sacar adelante tantos proyectos porque era un hombre de oración y de acción. En la actualidad, la Asociación sigue atendiendo a los socios en sus necesidades espirituales y en la formación humana, con el acompañamiento de sus consiliarios nacionales y locales, facilitando retiros ignacianos anuales, tenemos una clara impronta ignaciana porque nuestro fundador fue el padre jesuita Ángel Ayala, así como convivencias y celebraciones litúrgicas, por ejemplo las misas en Málaga los días 12 de cada mes, en la Catedral, en la que pedimos por su pronta beatificación. La Asociación pone a nuestra disposición una gran cantidad de medios como seminarios, cursos de verano, conferencias, publicaciones de diverso tipo y el Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebra anualmente y en el que participan ponentes de primer nivel nacional y mundial. Actualmente, la ACdP sigue ejerciendo una importante labor en el ámbito educativo a través de sus colegios y universidades, defendiendo la libertad religiosa y la libertad de educación a través de grupos de trabajo; en el mundo de la cultura y el arte, por medio de sus fundaciones; y en el mundo de la información a través del periódico digital El Debate, que ofrece artículos de fondo sobre la actualidad. En fin, los cristianos tenemos que dar razón de nuestra fe siempre, también y especialmente en tiempos difíciles.