El Palacio Episcopal reabrió sus puertas en 2014 como espacio de arte, cultura y evangelización dependiente del Obispado de Málaga, tras haber sido usado por la Junta de Andalucía durante más de veinte años.

En este tiempo ha venido desarrollando una importante labor cultural al servicio de los malagueños, ofreciendo simultáneamente el patrimonio religioso y una muestra de arte africano. El 1 de junio de 2016 ofreció una nueva configuración compuesta por dos nuevas exposiciones: “Ars Sacra” y una sala de exposiciones temporales. Desde entonces ha acogido diferentes muestras, como “Huellas”, “Misericordia”, “Ortega Bru, vanguardia, mística, rebeldía, sueños”, “Painting after Postmodernism”, “La esencia de la belleza”, “Fernando Ortíz”, “Tesoros de Capuchinos”, “Buiza, maestro escultor”, “Aguatintas por seguiriyas” de Eugenio Chicano, y la presentación de obras restauradas como la imagen de Jesús Cautivo, de la cofradía del mismo nombre, o de nueva creación como el Cristo de la Misericordia de José María Ruiz Montes.

Desde el 16 de marzo hasta el 14 de julio de 2019 ha acogido la exposición “Pedro de Mena. Granatensis malacae”, una muestra antológica de la obra del escultor afincado en Málaga y con gran aceptación por parte del público. Más de 52.000 personas han visitado la exposición monográfica dedicada al escultor Pedro de Mena y Medrano (1628-1688), con la que se han cumplido cinco años de la reapertura de este espacio de arte.

Tras alcanzar este logro, el Obispado quiere apostar por la ampliación de sus instalaciones, con la incorporación de la segunda planta, donde se encuentra actualmente la vivienda del Obispo, que se ubicaría en el complejo de la Curia, junto a otros sacerdotes. Se quiere también diversificar la oferta, abriéndose a actividades culturales y artísticas de distinta índole, y apoyándose en entidades que colaborarán con la Diócesis de Málaga.