NoticiaEn los Medios Cantos desde la Catedral al cielo Coro dirigido por Frisina en la Catedral de Málaga · Autor: SUR Publicado: 09/07/2016: 11064 Reportaje publicado por el Diario Sur: Frisina, batuta habitual de las solemnidades vaticanas, dirige por primera vez en España a más de 400 voces. El recuerdo a Juan Pablo II y los llamamientos a la paz, la esperanza y la alegría fueron una constante en un emotivo recital que llenó el templo. REGINA SOTORRÍO/SUR. «No es un concierto al uso», advirtió Marco Frisina nada más tomar la palabra. Y ciertamente no lo era. Más de 400 coralistas, niños y adultos, ocupaban cada palmo del altar mayor en una Catedral llena para ver –y escuchar– a una batuta habitual de las grandes solemnidades vaticanas que por primera vez dirigía en España. El director del coro de la Diócesis de Roma ofreció un recorrido por su repertorio en un «encuentro de oración con los textos de la escritura» en forma de canción. Recordó al Papa Juan Pablo II, hizo un llamamiento a recuperar la alegría, la paz y la esperanza en el mundo, y animó a la Catedral a acompañarle en el canto. «Aunque no lo sepáis, cantaréis. Es el milagro», dijo con una sonrisa amable. El obispo Jesús Catalá presidió la celebración organizada por la Fundación Victoria. Frente a monseñor Frisina, coralistas de una treintena de agrupaciones llegadas de toda la provincia de Málaga (entre ellas, el Orfeón Universitario, Santa María de la Victoria y el de Ópera de Málaga) y de diversos puntos de España (Toledo, Melilla, Ciudad Real, Huelva, Lugo). Y muchos de ellos, como buena parte del público, abanicándose cada cierto tiempo para combatir el calor del interior del templo. Pero ni eso ni el hecho de que la Catedral no tenga la mejor acústica musical por el eco, impidieron que cientos de voces que jamás habían cantado juntas sonaran compactas. Otro milagro quizás. Acompañándoles, la Joven Orquesta Provincial de Málaga (JOPMA). Y como solistas, la soprano Lourdes Martín, la mezzo-soprano Constanza Ávila, la contralto Margarita Macho, los tenores Diego Vicaria y Luis Pacetti y el barítono Julio Castillo. Frisina se dirigía a la audiencia para explicar cada pieza. El fin último, como deja siempre claro, es comunicar la palabra de Dios a través de la música. ‘El cielo canta la gloria de Dios’, tomado del Salmo 18, abrió el recital. El primero de doce temas envolventes, épicos unos y con ritmos más populares otros, pero todos rodeados de una gran solemnidad y emotividad con mensajes de paz, alegría, amistad y esperanza. En tres ocasiones rememoró Frisina a Juan Pablo II, «muy significativo en mi vida y en la de todos». Para su canonización escribió el himno ‘Abrid las puertas a Cristo’ (‘Aprile le porte a Cristo’) tomando la frase que Karol Wojtyla pronunció «con fuerza» al inicio de su pontificado. Admitió su debilidad por ‘Tu es Petrus’ –«lo hemos hecho infinitas veces para Juan Pablo II»– y rezó con este cante «para que el Papa Francisco siga siendo un testimonio de fe y de caridad». Llamó a la esperanza con ‘Chi ci separeà’ («Dice ‘Ni la violencia, ni la espada, ni los horrores pueden separarme del amor de Cristo’ y esto es más actual hoy que nunca»), explicó el significado de la verdadera alegría con ‘La vera gioia’ («El mundo vende felicidad a bajo precio», lamentó) y todos los coralistas lanzaron un grito por la paz en ‘Pacem in terris’. «Si la paz no está en el corazón de los hombres nunca podrá estar en el de las naciones», observó. Los niños pusieron la nota dulce al encuentro tomando la voz cantante en ‘Eccomi’ (‘Heme aquí’), bellamente interpretada en español, y liderando las palmas en el himno final ‘Jesus Christ, you are my life’. De nuevo el recuerdo a Juan Pablo II y a esa Jornada Mundial de la Juventud del año 2000 en Roma para la que compuso este tema que el Pontífice ‘bendijo’ con un célebre movimiento de brazos. Un canto de alegría con el que Frisina despidió una intensa semana de oración y música en Málaga.