NoticiaSeminario «Un buen cura, contagia siempre la alegría de seguir a Jesucristo» Publicado: 13/03/2023: 16554 Quiénes son Este año, la fiesta de san José (19 de marzo) se celebra en domingo. Es el patrón de los seminarios y, por ese motivo, se celebra el Día del Seminario. Las semanas previas, los seminaristas recorren las parroquias, grupos e instituciones de las diócesis con su campaña vocacional, con la que proclaman la alegría de sentirse llamados a ser curas. “Se levantó y se puso en camino” es el lema elegido este año por la Iglesia de España para la campaña que se lleva a cabo en todos los seminarios del país. Una campaña que, en Málaga, este año cuenta con una novedad, se puede participar en ella a través del Bizum 04925. Catorce jóvenes forman la familia del Seminario, junto a sus formadores. Aquí se los presentamos. Huberto Owono Mbogo Mangue, 22 años, curso 1º. Llegó a Málaga desde la parroquia de San Pablo Apóstol de Nsork, en Guinea. «Para mí, “levantarse y ponerse en camino” es una invitación o llamada que Dios nos hace a cada uno de nosotros para dejarlo todo y seguirle, tal como hicieron nuestros antepasados». Lo que más valora en los curas que conoce es «la manera en que ellos viven su vocación, basada sobre todo en el amor, el servicio, la entrega total a Cristo». David Mezcua Zayas, 28 años, curso 1º. Su parroquia de procedencia es Santa Rosa de Lima, en Málaga. «El Señor no nos llama para estar en nuestro mundo de comodidades. Nos saca de él, nos salva, para una vida plena y feliz», tiene claro. De los curas que ha conocido en su vida destaca «sin duda, la alegría y la entrega a los demás». Pablo Orti García, 22 años, curso 1º. Sus primeros pasos en la fe los dio en la Basílica y Real Santuario de Ntra. Sra. de la Victoria y la Merced, en Málaga. «Dejar toda comodidad y exponer el corazón a lo que el Señor nos pide» es para él ponerse en camino como hicieron otros curas a los que conoció, de los que destaca «el hacerse todo de todos, el estar siempre disponibles, el cuidar de todos poniendo a Cristo en el centro». Miguel Ángel Gómez de la Tría Garrido, 19 años, curso 2º. Procede de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en Granada. Levantarse y ponerse en camino es para él «dejar toda una vida atrás, buscar el sentido del vivir en cada uno, con los ojos puestos en el Señor y escuchándole». El lema de los curas que ja conocido en su vida: «la entrega a los demás». Juan Alfredo Hernández Jiménez, 21 años, curso 2º. Es natural de Almería. El lema de la campaña del Seminario significa para él «levantar el corazón en aquel que te ha llamado y con tu disposición seguir el camino de sus pasos a la vocación encomendada en tu vida y en la Iglesia». De los curas conocidos por él destaca «el amor a Jesús Eucaristía que acercan al Pueblo de Dios a través del altar, unido a su vez al buen hacer a las comunidades y la tarea encomendada». Cristian Carrasco Sánchez, 22 años, curso 3º. La parroquia Ntra. Sra. del Carmen, en Fuengirola, lo vio crecer en la fe. «Caminar con el Señor siempre, hasta el final«, eso es levantarse y ponerse en camino para él, como ha visto hacer a otros sacerdotes: «la vida entregada en el silencio y la perseverancia en el enamoramiento de su vocación a pesar del paso del tiempo», eso es lo que llamó su atención. Juan Carlos López Lozano, 20 años, curso 3º. Nuestra Señora de los Dolores, en Puerto de la Torre es su parroquia de procedencia. «Para mí, ponerse en camino es dejar atrás la vida que uno se plantea: mi camino, mis esquemas,... y centrarte en la vida que el Señor quiere para ti: nuestro camino (el del Señor y mío)». De otros sacerdotes destaca «su entrega por el Señor y los demás. Su dedicación y alegría en todo lo que hacen y su no "tirar la toalla" ante las dificultades». José Francisco Fernández Fuentes, 30 años, curso 4º. De la parroquia Cristo Resucitado, en Torremolinos. «Levantarse y ponerse en camino es responder a Jesús que nos llama a dejarlo todo y seguirlo con alegría», como otros han hecho y han dejado ver en «su disponibilidad, entrega generosa, amor por el Señor y por los hermanos». José Ignacio Postigo Íñigo, 25 años, curso 4º. Ha vivido su fe en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en Fuengirola. Levantarse y ponerse en camino es para él «esa disposición de abrirse a la llamada de Dios y de seguir el plan que tiene preparado para cada uno». De los sacerdotes que ha conocido en su vida dice: «Siempre me ha llamado la atención esa entrega de vida, el servicio a los demás y el hablar a la gente de las cosas de Dios». Antonio del Río Mena es el veterano del Seminario, tiene 38 años y está en curso 4º. Procede de la parroquia del Santo Calvario, en Marbella. El lema del Seminario lo lleva a un «abrirse a Dios, disponer tu corazón a la voluntad de quien más nos ama y nos quiere felices, el Señor». De los sacerdotes que conoce destaca «el poder llevar el amor de Dios a la gente, especialmente a los que sufren». Javier Villanueva García, 24 años, curso 4º. Procede de la parroquia San Cristóbal, en Ronda. Levantarse y ponerse en camino es «estar atento a lo que pasa en nuestra vida y actuar». De los curas que ha conocido en su vida destaca «el amor a Dios y por ende a los demás, la entrega incansable y una vida apasionada». Feliciano Nsue Edu Oye Motu Mangue, 32 años, curso 4º. Proviene de la parroquia Nuestra Señora Virgen Morena de Guadalupe, en la diócesis de Mongomo, de Guinea Ecuatorial. Para él, «levantarse es la respuesta que damos a diario en el camino vocacional que estamos recorriendo, es equiparable al sí de la virgen María, un sí que debe ser confirmado con la imposición y la unción de manos en el día de la ordenación». De los sacerdotes que ha conocido destaca «la perseverancia y el coraje que tienen con el pueblo fiel que les ha sido encomendado». Daniel Gutiérrez Santiago, 24 años, Curso Pastoral (Sexto). La parroquia de San Juan Bautista, en Vélez-Málaga, lo vio nacer a la fe. Para él, ponerse en camino es «poner la confianza en el Señor y seguir el camino de felicidad que Él me regala». De los sacerdotes conocidos destaca «todo el bien que hacen, especialmente con aquellas personas que más sufren. Un buen cura, contagia siempre la alegría de seguir a Jesucristo». Seminarista diácono A Álvaro López Cardosa, 28 años, le queda poco tiempo en el Seminario. Ordenado como diácono el pasado mes de octubre, recibirá la ordenación sacerdotal el próximo mes de junio. La parroquia de la Santísima Trinidad, en Málaga, lo vio nacer en la fe, en edad ya adolescente, cuando se levantó y se puso en camino porque «supe que el Señor me ama, que tiene un plan apasionante para mí, y que me propone compartirlo con la gente». De los sacerdotes que más le han ayudado en su vida destaca que, «aun teniendo ojeras, mostraban una sonrisa constante».