Se trata de un campamento muy especial en el que, bajo el lema “Para amar y seguir a Jesús”, los chicos vivirán una semana muy intensa. Como explican sus organizadores, si la pregunta del joven es « “Señor… ¿qué quieres de mí?” Entre deporte, piscina, juegos, veladas y, como no, oración, el Señor te responderá». 

El 3 de julio recibieron la visita del obispo, Don Jesús Catalá, quien compartió la merienda con los participantes, con quienes conversó y cantó el himno elaborado para esta convivencia. 

Los chavales proceden de diversas zonas de la diócesis de Málaga y de la capital, así como de distintas realidades eclesiales: parroquias, movimientos y familias que desean ayudar a sus hijos a crecer en una mayor fidelidad y amor a Jesucristo, y, en su cercanía, descubrir la vocación a la que Dios les llama en su Iglesia. «Todos somos conscientes de cómo Dios ha pensado en cada uno de nosotros, y desde el vientre materno nos ha atraído de múltiples maneras hacia Él, por ello, tanto sacerdotes como padres, queremos que esa voz de Dios pueda ser acogida con docilidad y generosidad tanto en la infancia como en la adolescencia y juventud. Siguiendo la invitación del Papa Francisco para toda la Iglesia en este año de la Misericordia, en nuestra convivencia de verano estamos rezando, conociendo en catequesis y trabajando en los talleres las parábolas de la misericordia y las obras de misericordia, pues, a través de ellas descubrimos quién es Jesús, cómo ama Jesús y cómo podemos amar y seguir a Jesús, porque, "lo que  hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis" Mt 25, 40. Los frutos de la misericordia los estamos viviendo ya entre nosotros: la alegría de sentirnos amados, la ayuda de unos a otros, el servicio a los más pequeños, la superación y comprensión de las diferencias y la comunión en el amor de Jesucristo teniendo los sentimientos del Buen Pastor», explica Antonio Eloy Madueño Porras, Rector del Seminario Menor de Málaga.

Más de 60 chavales forman la familia del Menor (en verano más de 70). Son varias las actividades que realizan con ellos a lo largo del año: «una convivencia mensual desde el sábado por la mañana hasta el domingo por la tarde, que terminamos con una reunión con la familia; hacemos salidas a las parroquias para llevar el Evangelio y anunciar la pastoral vocacional del Seminario Menor; en Navidad visitamos los belenes y las parroquias; para los jóvenes de 4º de ESO y Bachillerato organizamos un retiro vocacional en el que se les propone la vocación sacerdotal de forma más directa, pues se encuentran en un momento decisivo de sus vidas; también participamos en la campaña vocacional del Seminario, en el envío misionero, la convivencia con las familias y el campamento de verano», explica Antonio Eloy.