NoticiaEntrevistas Mons. Cristóbal López, arzobispo de Rabat, nuevo cardenal Mons. Cristóbal López, junto al Papa, durante la visita de este a Rabat // VATICAN NEWS Publicado: 25/04/2019: 34991 El Papa ha nombrado cardenales a los españoles Mons. Miguel Ángel López Ayuso, misionero comboniano, nacido en Sevilla y actual presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y Mons. Cristóbal López Romero (Vélez-Rubio, 1952) que es, desde hace poco más de un año, el primer arzobispo español de la diócesis marroquí con mayor número de católicos: Rabat. Recuperamos esta entrevista a Mons. Cristóbal López realizada con motivo de la visita del papa Francisco a su diócesis. ¿Qué ha significado para los católicos de Rabat la visita del Papa? Un espaldarazo. él ha venido, en cumplimiento de su misión, a confirmar la fe de sus hermanos. Ha venido a decirnos: ánimo, coraje, seguid adelante, estáis en la buena dirección, hay que perseverar en el esfuerzo por el diálogo interreligioso, hay que perseverar en el esfuerzo de vivir la fraternidad universal. Es una llamada a poner en práctica en todas las iglesias de Marruecos el documento que ha firmado en Abu Dabi hace un par de meses. Nos ha dicho: podéis ser un ejemplo para otros lugares donde viven con dificultad esta relación musulmano-cristiana, que vean que vosotros ahí la podéis estar viviendo con tranquilidad y en un ambiente de amistad y de fraternidad. ¿Son perseguidos los católicos en Marruecos? En absoluto. Los católicos podemos vivir nuestra fe con toda libertad, con toda paz y tranquilidad. Podemos celebrar nuestras fiestas religiosas, los sacramentos, tener nuestras reuniones, nuestra catequesis, tenemos encuentros de catequistas, de confirmandos, de catecúmenos, retiros espirituales, de formación, etc. Todo esto lo hacemos en un ambiente de total libertad de culto y con una gran alegría. En España existe la idea de que allí no dejan construir iglesias... Mi hermana, en alguna ocasión, ha tenido que discutir en el mercado de su pueblo porque la gente le decía que en Marruecos no hay iglesias ni nos permiten construirlas. Ella les contestaba: “¡Cómo que no! ¡Yo tengo un hermano que es obispo y tiene una catedral!â€. Hay mucho desconocimiento y mucha ignorancia, y de la ignorancia surge el miedo y del miedo nos defendemos con violencia y la violencia desemboca en la guerra. ¿Cómo podemos luchar contra ello desde esta otra orilla? El intercambio de experiencias hace mucho bien. El que personas de ahí vengan aquí y vean cómo vivimos es muy bueno, porque caen muchos prejuicios, se derriban muchos muros de ignorancia y se establecen muchos puentes. Más que poner concertinas y más que levantar vallas, lo que tenemos que hacer es establecer puentes de amistad, de colaboración, de fraternidad. ¿Se sienten una Iglesia extranjera? Nosotros somos extranjeros, pero la Iglesia no es extranjera, la Iglesia es marroquí. Está encarnada en este pueblo y así como el hijo de Dios se hizo hombre en un país, en una historia, en un momento concreto; también nosotros queremos encarnarnos en este pueblo, conocer su lengua, su cultura, su historia, su geografía, para poder compartir con él el tesoro que llevamos en vasos de barro que es el Evangelio. Nuestra Iglesia esta formada por fieles de más de 100 nacionalidades, somos unos 30.000 católicos entre 37 millones de musulmanes, un 0,1%. Una Iglesia insignificante por el tamaño, por el poder que no tiene, pero muy significativa porque tiene un mensaje que transmitir.