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Una calle de Málaga llevará el nombre del beato Fray Leopoldo

Publicado: 22/09/2010: 2228

La revista "Diócesis" revela la noticia de la concesión del nombre de una calle de la capital malagueña a la figura del ya beato Fray Leopoldo de Alpandeire. En el reportaje se repasan los frutos de la beatificación que tuvo lugar el pasado día 12, incluyendo un testimonio real de un malagueño trasplantado ese mismo día gracias, según su familia, a la intercesión del nuevo beato.

Fray Leopoldo,  "un faro de Dios para los hombres"

El pasado 12 de septiembre, en la base aérea de Armilla, el arzobispo Mons. Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos pronunciaba las siguientes palabras: "Un fraile se preguntaba: '¿Por qué a ti? ¿Por qué todos buscan con gran afán tu sepulcro, tus reliquias y tus estampas? Tú no eres ni alto ni gallardo, no eres robusto ni arrogante, ni rico ni elocuente, ni culto... ¿por qué?' Y la respuesta a esta pregunta era: 'Tú eres sencillamente un faro de Dios para los hombres'". 

Este fragmento es parte de la homilía de la misa de beatificación del "fraile limosnero", Fray Leopoldo. Un hombre sencillo, nacido en Alpandeire, en plena Serranía de Ronda. 

Son varios los hombres y mujeres sencillos, de los pueblos de la diócesis, que han sido beatificados y canonizados en los últimos años. Es el caso de la beata Madre Carmen y del beato Enrique Vidaurreta, naturales de Antequera; de la beata Madre Petra, del  Valle de Abdalajís; y del beato Juan Duarte, de Yunquera. Sin olvidar a quienes fueron obispos de Málaga: cardenal Spínola y don Manuel González (que fundó en Málaga las Misioneras Eucarísticas de Nazaret); y también al fundador de las Mercedarias de la Caridad, Juan Nepomuceno Zegrí.    

Todos ellos siguen velando por la diócesis de Málaga.

El primer fruto podríamos decir que es el testimonio alegre de las miles de personas que vivieron en directo la beatificación desde la base aérea de Armilla. Ni el calor, ni el cansancio ensombrecieron la alegría de sus rostros. Y es para dar gracias a Dios que un hombre sencillo, de pueblo, que ni era guapo, ni alto, ni tenía dinero, ni estudios, haya reunido en un mismo lugar a tal cantidad de políticos, militares, eclesiásticos, artistas y civiles; y que todos estuvieran de acuerdo en una cosa: "Fray Leopoldo ha sido un hombre bueno".

Los frutos de esta beatificación no se quedan ahí. A pesar de que algún medio de comunicación deformó la noticia, el dinero que se ha recaudado con la venta de las alforjas y el que muchas personas anónimas e instituciones han donado, se va a destinar a la construcción de una residencia para personas mayores en el Serrallo, en Granada, de la que se pondrá la primera piedra el próximo 14 de octubre. Según el presidente de la Fundación Benéfico Asistencial Hogar Fray Leopoldo, y administrador de la causa de canonización, fray José Antonio Márquez, "es una respuesta activa y un recuerdo permanente a la desbordante bondad del muy querido hermano y verdadero amigo Fray Leopoldo de Alpandeire".

Y otro fruto es la carta pastoral del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, que presentamos en este mismo número y que nos ayudará a profundizar en el testimonio evangélico de nuestro paisano de Alpandeire. 

ALPANDEIRE

Debe ser una alegría enorme asistir a la beatificación de un familiar. Los hijos de los sobrinos de Fray Leopoldo lo han podido vivir, pues iban en el grupo de 160 personas del pueblo de Alpandeire que acudió a la base aérea de Armilla. 

Los paisanos del beato limosnero afirman que para ellos "fue una celebración llena de emoción y una gran alegría que se pueda celebrar su fiesta litúrgica (el 9 de febrero)". Los vecinos de Alpandeire estuvieron esa mañana pegados a la televisión, con el mismo fervor y lágrimas en los ojos por ver un hijo del pueblo en los altares. 

DIVINA PASTORA

La parroquia Divina Pastora, en el barrio de Capuchinos, tiene un vínculo especial con Fray Leopoldo y la congregación. Desde esta parroquia viajaron a Granada otras 160 personas, en una peregrinación organizada por la Congregación de la Divina Pastora.

Antonio Fernández, párroco, afirma que la imagen de Fray Leopoldo que preside la plaza de Capuchinos desde el año 2007, siempre está acompañada de flores, velas y personas rezando. Este barrio céntrico de Málaga tiene otro rasgo en común con Fray Leopoldo: su devoción mariana. A Fray Leopoldo se le conocía como el fraile de las tres avemarías, ya que era muy común en él invitar a rezarlas. Antonio destaca de este santo limosnero su "vivencia de la fe, desde la humildad y la sencillez evangélicas". Un ejemplo al alcance de todos, pues todos estamos llamados a la santidad. 

Testimonio real

Rafael es un malagueño de 45 años sometido a diálisis desde hace un año. Su madre es una gran devota de Fray Leopoldo de Alpandeire y no dejaba de pedirle al "frailecito" que su hijo consiguiese un riñón apto para él y lo pudieran trasplantar. El miércoles 8 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Victoria en Málaga, marcharon a Granada, a visitar la tumba de Fray Leopoldo. Lo tenían todo preparado para asistir a la ceremonia de beatificación, pero en la madrugada del domingo 12 de septiembre, a las 4, unas horas antes de salir hacia Granada, lo llaman del Hospital Carlos Haya. Lo esperan urgentemente en Nefrología, ya que han encontrado un riñón compatible y lo van a trasplantar. La operación fue todo un éxito y, al cierre de este número, Rafael está totalmente recuperado. Esta familia está convencida de que "el culpable" de todo esto es el Señor, a través de su querido Fray Leopoldo de Alpandeire, que aprovechó el día de su beatificación para realizar este gesto.

El Cómic en internet

El cómic sobre Fray Leopoldo de Alpandeire que se repartió hace dos semanas con la revista DIÓCESIS se puede consultar y bajar de la web www.diocesismalaga.es. 

UNA CALLE EN MÁLAGA

Hace unos días, el administrador de la causa de canonización de Fray Leopoldo, fray José Antonio Márquez, recibió una llamada del alcalde de Málaga en la que le confirmaba que el próximo mes de octubre el nuevo beato dará nombre a una calle de las nuevas barriadas de la capital. Y la congregación de Padres Capuchinos de Andalucía ha regalado una reliquia insigne a la parroquia de Alpandeire y otra a la Catedral de Málaga. 

Para el padre Márquez, estas dos noticias son un motivo más de acción de gracias a Dios porque "el secreto de la capacidad de convocatoria inaudita del impredecible Fray Leopoldo es el amor a Dios y a sus semejantes. Nos sentimos muy contentos con todos los reconocimientos que se le hacen al mínimo y dulce Fray Leopoldo de Alpandeire. Él se enamoró de Dios como Señor único de su existencia y eso lo llevó a ser coherente, a salir al encuentro de toda persona que se cruzara en su camino con una bondad desbordante".

Quizás sea ése el mejor fruto de la beatificación: que los malagueños salgamos al encuentro de las personas que nos encontremos en nuestro camino, con la misma bondad que el santo limosnero. 

Autor: diocesismalaga.es

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