NoticiaColaboración El último escrito del papa Francisco Publicado: 20/10/2020: 16467 El sacerdote José Sánchez Luque se acerca a la reciente encíclica del papa Francisco, Fratelli tutti, según él, un "canto al amor, a la buena política, a la preocupación por los últimos". Un nuevo e iluminador regalo del papa Francisco para la humanidad: su encíclica Fratelli tutti (Hermanos todos). Una encíclica sobre la fraternidad y la amistad social, como dice el subtítulo del texto. Un canto al amor, a la fraternidad, a la buena política, a la paz, a la justicia, a la preocupación por los últimos y la búsqueda de iniciativas creativas y renovadoras. Ojalá todos podamos leerla y llevarla a la práctica cada uno desde su situación concreta. Porque la encíclica representa una alternativa a la crisis global de civilización. Supone una llamada desafiante a las conciencias, a la política y a la dignidad de toda persona humana. Todas las vidas destrozadas, por el motivo que sea, son hermanos nuestros. Es un texto impactante que nos compromete a todos en la transformación del mundo. Podríamos destacar siete claves fundamentales en el escrito del papa: 1.- Soñamos con una humanidad nueva en la que todos nos sintamos y seamos de verdad hermanos. 2- Estamos llamados a respetar la dignidad, la creatividad y la originalidad de todos. 3.- Que tanto dolor como hemos sufrido y estamos sufriendo con la pandemia no sea inútil, que nos lleve a intuir una nueva forma de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos todos. 4.- Hay ateos que viven la voluntad de Dios mejor que muchos creyentes. 5.- Un ser humano no se realiza, no se desarrolla, ni puede encontrar su plenitud si no es en la entrega de sí mismo a los demás. Nadie puede pelear la vida aisladamente. 6- Todos los seres humanos tenemos la misma dignidad sin diferencias de color, religión, capacidades, cultura o lugar de nacimiento. Nada puede justificar los privilegios de unos sobre los derechos de otros. 7.- En el nombre de Dios, asumamos la cultura del diálogo como camino, la colaboración común como conducta, el conocimiento recíproco como método y criterio. Para que el lector tenga una idea de los diferentes temas que aparecen en esta carta encíclica, les trascribo un breve esquema de sus ocho capítulos. Capítulo 1.- Las sombras de un mundo cerrado: Sueños que se rompen en pedazos. Sin un proyecto para todos. Globalización y progreso sin un rumbo común. La pandemia y otros flagelos de la historia. Sin dignidad humana en las fronteras. La ilusión de la comunicación. Sometimientos y auto desprecios. Esperanza. Capítulo 2.- Un extraño en el camino (Parábola del buen samaritano): El trasfondo. El abandonado. Una historia que se repite. Los personajes. Recomenzar. El prójimo sin fronteras. La interpelación del forastero. Capítulo 3.- Pensar y gestar un mundo abierto: Más allá. La creciente apertura del amor. Trascender un mundo de socios. Amor universal que promueve a las personas. Promover el bien moral. Re proponer a función social de la propiedad. Capítulo 4.- Un corazón abierto al mundo entero: El límite de las fronteras. Local y universal. Capítulo 5.- La mejor política: Populismos y liberalismos. El poder institucional. Una caridad social y política. La actividad del amor político. Más humanidad que éxitos. Capítulo 6.- Diálogo y amistad social: El diálogo social, hacia una nueva cultura. El fundamento de los consensos. Una nueva cultura. Recuperar la amabilidad. Capítulo 7.- Caminos de reencuentro: Recomenzar desde la verdad. La arquitectura y la artesanía de la paz. El amor y el sentido del perdón. La memoria. La guerra y la pena de muerte. Capítulo 8- Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo: El fundamento último. Religión y violencia. Llamamiento universal a la convivencia, la paz, la justicia, y la fraternidad. El Papa termina su brillante escrito nombrando a varios personajes históricos luchadores por la paz y la fraternidad: san Francisco de Asís (de uno de sus escritos ha tomado el título de la carta), y a otros hermanos que no son católicos: Martin Luther King, Desmonn Tutu, Gandhi. Terminando con una frase emblemática de Carlos de Foucauld: Quiero ser realmente el hermano de todos… Y termina su escrito con este bello deseo: que Dios inspire este sueño en cada uno de nosotros. Amen.