Noticia LAICOS MISIONEROS DE LA CARIDAD. «Servir a los más pobres entre los pobres» Miguel Martínez Galindo, Laico Misionero de la Caridad Publicado: 08/06/2020: 24768 IGLESIA EN SALIDA Los Laicos Misioneros de la Caridad están presentes en la diócesis de Málaga desde 2006. El carisma de los Laicos Misioneros de la Caridad hunde sus raíces en santa Teresa de Calcuta. Su carisma es «la santificación personal y de la familia; servir a los más pobres entre los pobres, comenzando por la familia de cada uno, para calmar la sed de Jesús, sed de amor y almas, sed que manifestó en la Cruz: “tengo sed”, y que está escrita junto al Crucifijo, en cada Capilla de Misioneras y Misioneros de la Caridad». En 2008, algunos miembros de este movimiento realizaron, en la iglesia del Sagrado Corazón, sus primeros votos de pobreza, castidad conyugal, obediencia y servicio a los más pobres entre los pobres, «todo comenzando por nuestra familia, intentando imitar a la Sagrada Familia y siguiendo el plan de vida que marcan nuestros estatutos». Se presentaron al Sr. Obispo para que los conociera y para ponerse a su disposición. Formado el grupo, comenzaron a celebrar las reuniones de formación y oración los sábados, acompañados por el sacerdote, celebraban la Eucaristía, rezaban el rosario y comentaban algunas de las cartas del P. Sebastián Vazakhala (Misionero de la Caridad Contemplativo), cofundador con Madre Teresa del Movimiento de LMC. También estudiaban y meditaban los artículos de los Estatutos. Las reuniones las comenzaron en una sala cedida por las hermanas nazarenas en su casa de Plaza San Francisco y han estado ubicados en diversas parroquias de la diócesis. TESTIMONIO. Miguel Martínez Galindo Aquí puedes escuchar el testimonio emitido en COPE Málaga Mi nombre es Miguel Martínez Galindo. Tengo 64 años, estoy casado, tengo 4 hijos y 2 nietos y soy médico en el Centro de Salud de San Miguel, en Torremolinos. Soy Laico Misionero de la Caridad, de la familia de Madre Teresa de Calcuta. Conocí la obra de Madre Teresa el año 1982, al leer su obra “El sari y la cruz”. De este libro me impactó la personalidad de Madre de Teresa, el esfuerzo y la oración para la fundación de la Congregación de las Misioneras de la Caridad y cómo estas hermanas profesan un cuarto voto, el servicio libre y gratuito a los más pobres de entre los pobres. Busqué a las hermanas y las encontré en Madrid. Me dijeron que no podían fundar en Málaga, pero que Calcuta existía en todas partes pues lo que ellas hacían allí no lo podía hacer yo y lo que yo hiciera en servicio a los demás, no lo podían hacer ellas; me pidieron que rezara, que Dios sabía lo que tenía que hacer. Al poco tiempo formamos en Málaga un grupo de Laicos Misioneros de la Caridad. Nos caracterizamos porque vivimos en nuestra familia y en ella buscamos la santificación a través del servicio a los demás, con un plan de vida, de oración, de sacramentos y de servir a los más necesitados, a imitación de la Sagrada Familia de Nazaret. Cuando acabe el estado de alarma y esta pandemia, comenzaremos con un nuevo grupo, si Dios quiere, y esperamos ser, como Madre Teresa, un lápiz en las manos de Dios para que él escriba lo que quiera. El sábado anterior al Domingo de la Divina Misericordia renové mis votos anuales. Debido a la pandemia tuve que hacerlo de forma espiritual, con la fórmula correspondiente que nos indicó el P. Sebastián desde Roma. Las Misioneras de la Caridad nos dicen: “Háganlo todo por Jesús, lo que ustedes hacen no lo podemos hacer nosotras y lo que nosotras hacemos no lo hacer ustedes”. Madre Teresa decía que la primera misionera de la caridad, fue la Virgen María, porque en su pobreza, sirvió a Jesús desde el principio, por su obediencia y entrega a Él.