Noticia Transformar en amor Publicado: 02/10/2015: 6584 Jesús de Nazaret afirma que quien beba del agua que Él da nunca más tendrá sed. Él muestra el camino de la plenitud: el amor y la entrega. Muestra cómo Dios pretende arrancar el corazón muerto para darnos un corazón vivo, de carne. Un corazón que lata con la vida ajena y propias, especialmente junto a los más pobres. Cristo desea darnos una vida llena de fuerza. Cuando se reconoce en Dios la fuente de agua viva, que nutre y fortalece, la vida cambia a mejor. Dios sabe transformar en amor incluso las cosas difíciles de la vida. En nuestro tiempo de inquietudes e indiferencia en Dios encontramos el sentido de la vida. De una vida marcada por la alegría. La alegría es un don del Espíritu Santo. La alegría es una constante en la vida de Jesús. El Evangelio lo expresa contundentemente. Lleno de alegría, el Hijo empujado por el Espíritu da gracias al Padre porque el misterio de Dios ha sido revelado a los pobres y sencillos. Jesús de Nazaret les recuerda a sus discípulos que tienen motivos más que suficientes de alegría por estar junto a Él. La lógica de Dios es sorpresiva. La alegría, la sencillez y disfrutar de la compañía de Cristo son determinantes para favorecer la experiencia de Dios.