En concreto, la lectura del evangelio se leerá sólo en griego y no en latín, como se acostumbra en las solemnidades, y tampoco se realizará la procesión de las ofrendas por parte de fieles, sino que lo llevarán directamente los monaguillos al altar. Además, tampoco dará la comunión el Papa a ninguna persona, sino que la comunión en el sagrado será repartida por diáconos, así como también serán 500 sacerdotes los que repartiran la comunión en la plaza de San Pedro y Via della Conciliazione.

Además, Lombardi ha remarcado que el nombre correcto de la ceremonia que se celebrará este martes es "Misa del inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma" y no de entronización, al tiempo que ha añadido que la ceremonia de este martes está "cargada de símbolos" que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo, la Plaza.

El programa prevé que el Papa saldrá de la Casa Santa Marta, alrededor de las 8.45 horas y dará un largo recorrido en 'jeep' o 'papamóvil' entre la multitud de la Plaza, para saludar a las personas en las distintas zonas. Posteriormente, en torno las 9.15 el Papa volverá a la sacristía que se ubica al lado de la estatua de La Piedad de Miguel Angel para que la Misa comience a las 9.30.

Antes del inicio de la Misa, el Papa Francisco irá en procesión a la tumba de San Pedro, que se localiza bajo el altar central junto a los Patriarcas y Arzobispos Mayores de las Iglesias orientales católicas, que son 10, de los cuales 4 cardenales. Ahí en la tumba el Papa rezará mientras que suenan el canto 'Tu es Petrus'. "Este signo representa la unidad entre la Iglesia de Occidente y de Oriente", según ha apuntado el padre Federico Lombardi.

Además, cerca de la tumba se encuentran el anillo del pescador, el palio, y el evangeliario que le serán entregados en modo solemne posteriormente. Después de venerar la tumba de San Pedro, el Papa Francisco subirá al altar de la Confesión hasta el piso de la Basílica para continuar con la procesión que se dirige a la plaza de San Pedro, momento en el cual también los diáconos llevan el anillo, el palio y el evangeliario, mientras que se cantan las 'Laudes Regiae' (El Rey es Cristo), con algunas invocaciones tomadas del documento del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium sobre la Iglesia.

En ese momento de la ceremonia se invoca a los santos, entre los que destacan en particular los Santos Pontífices romanos pronunciando solo el nombre de los Papas santos, no de los beatos.

Así, al finalizar la procesión al sagrado de la Plaza de San Pedro y antes del inicio de la Misa se llevan a cabo los ritos específicos del inicio del ministerio petrino, que son la imposición del palio, la entrega del anillo y el rito de obediencia.

Primero, el Papa Francisco recibirá la imposición del palio de parte del cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran, el mismo que ha anunciado el 'habemus papam'. El Palio se coloca sobre los hombros y es hecho de lana de corderos y ovejas que recuerda al Buen Pastor que carga sobre sus hombros a la oveja perdida.

Los arzobispos metropolitanos tienen un palio con cruces negras, en cambio el del Papa tiene cruces color rojo y será el mismo utilizado por Benedicto XVI. Después de la imposición, el cardenal protopresbítero Godfried Daneels de Bélgica, guiará una oración.

Posteriormente, el primero del Orden de los Obispos, el decano, el cardenal Angelo Sodano le entregará el "anillo del pescador" que evoca a Pedro que era pescador y que Jesús lo llama a ser "pescador de hombres". El anillo "está hecho de plata dorada", ha indicado Lombardi, y lleva la figura de San Pedro con las llaves. Su autor es el artista italiano Enrico Manfrini y el Papa lo ha elegido entre otros que le había presentado el maestro de las ceremonias pontificias, monseñor Guido Marini.

En concreto, el anillo que ha elegido el Papa Francisco que es de plata dorada ha estado en posesión del arzobispo Pasquale Macchi, que fue secretario de Pablo VI y después pasó a Monseñor Ettore Malnati, que se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re, ha explicado el padre Lombardi.

El último rito previo al inicio de la Misa es de la "obediencia" que lo realizarán seis cardenales, dos por cada orden de los presentes, pero Lombardi ha recordado que todos los Cardenales electores han declarado ya obediencia al Papa en la Capilla Sixtina al final del Cónclave, y se han encontrado con el Papa Francisco en el Vaticano en la audiencia en la Sala Clementina.

En este sentido, el padre Federico Lombardi ha anunciado que durante la "toma de posesión de la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán, que corresponde al Papa como obispo de Roma, está previsto que la obediencia la presten los representantes de los diferentes componentes del pueblo de Dios", laicos y religiosos.

Por otro lado, Lombardi ha indicado que la Misa de este martes será la de la Solemnidad de San José con sus propias lecturas, es decir, las lecturas no están directamente relacionadas con el rito de la Inauguración del Pontificado y el Papa pronunciará la homilía en italiano y, como es su estilo, "probablemente no seguirá fielmente un texto, sino que improvisará", ha señalado.

Al finalizar, el portavoz vaticano ha indicado que la música la realizarán dos coros, el coro de la capilla sixtina y el de la academia pontificia de música sacra. A la entrada del Papa en la basílica se interpretará 'Tu es Petrus' con toques de las trombas de plata y durante la procesión desde la tumba de San Pedro a la plaza se entonará el 'Laudes Regiae', en el ofertorio un Motete compuesto para la inauguración del pontificado tituado 'Tu es pastor ovium', 'Tu eres el pastor de las ovejas', compuesta por Pierluigi da Palestrina; y al final se entonará el 'Te Deum' final con versos alternados: gregoriano y melodía de Tomás Luis de Vitoria".

El Vaticano ultima los preparativos para la misa que el martes marcará oficialmente el inicio del pontificado del papa Francisco en la plaza de San Pedro, donde se espera a centenares de miles de fieles y a numerosos dignatarios de todo el mundo.

Las autoridades están instalando un importante dispositivo de seguridad, similar al de los funerales de Juan Pablo II en 2005, para recibir a las cerca de 130 delegaciones oficiales, entre ellas una gran representación latinoamericana que rendirá homenaje al primer papa del subcontinente.