Hoy nos reunimos los amigos de la casa de A. Colichet para celebrar sus 20 años de existencia y para compartir la experiencia vivida al menos en parte. Desde su nacimiento Colichet comenzó como un proyecto de solidaridad y ayuda para el afectado por VIH que necesitara ser cuidado y tener un hogar La Iglesia de Málaga, a través de Cáritas y las Hijas de la Caridad, siguiendo el proyecto de Jesús de Nazaret, comenzó esta andadura poniendo mucha ilusión y cariño en la misma. 

Hoy, mirando hacia atrás, recordamos a todos los acogidos desde su apertura y hacemos presente su sufrimiento, sus anhelos, los logros de salud obtenidos, la amistad conseguida, el techo que nos ha cobijado y el pan que hemos compartido. Y en ese caminar encontramos a tanta gente que ha puesto lo mejor de sí mismo llevando a cabo el proyecto y haciéndolo útil y acogedor. Personal todo de la casa, voluntarios que han pasado y aun permanecen y que han hecho de Colichet un compromiso solidario y cristiano, colaboradores de mil formas aportando su cariño, sus campañas, su tiempo, su economía.

Veinte años dan para mucho en la evolución de la vida y en ese tiempo hemos aportado nuestros esfuerzos y también nuestros errores y defectos, pero en esta mutuo dar y recibir, estamos seguros de haber podido consolar y acompañar a familiares angustiados, y a enfermos en situaciones críticas. Hemos querido luchar contra el desarraigo y la enfermedad, el desarraigo que nos deja a la intemperie de la vida y que pide a gritos un hogar un lugar de amistad, de cuidados y compañía y a ello respondimos con un techo y un hogar.

En nombre de todos los que han pasado y los que estamos queremos con el Apóstol Pablo expresar nuestro agradecimiento por todo lo que hemos recibido, tener un corazón sensible para dar gracias a Dios como Padre que se ocupa de sus hijos en los mil detalles de cada día.