Es cierto que hacen falta ayudas administrativas más eficientes, que no sólo se ciñan al momento de la primera infancia, pero también lo es que nos hace falta impulsar la creatividad en la educación de nuestros hijos, y aprovechar ocasiones para que éstos se acerquen a Jesús con la misma naturalidad con que lo hacen a la informática, la televisión o el deporte.

Un 80% de los niños españoles son cristianos, creen en Dios y rezan y un 40% va a misa casi cada semana. Sin embargo, en la preadolescencia, las proporciones varían: un 80% son cristianos, un 60% cree en Dios y reza alguna vez, pero sólo  el 19% acude casi semanalmente a misa.

El testimonio y la comunicación en la familia son claves para que esa experiencia de fe no se pierda con la edad, sino que se adapte a las necesidades de cada etapa vital. Por eso, podemos relacionar el dato anterior con otro que revela la misma encuesta: más de 350.000 chicos de 6-14 años pasan toda la tarde de los días laborables solos en el hogar, dato que se duplica cuando el menor cumple los doce años, y 350.000 niños creen que tanto su padre como su madre están poco con ellos porque trabajan demasiado.

En estos días de Semana Blanca, muchas familias se plantean cómo poder conjugar su vida familiar, una prioridad en su misión, con las exigencias laborales. Es cierto que hacen falta ayudas administrativas más eficientes, que no sólo se ciñan al momento de la primera infancia, pero también lo es que nos hace falta impulsar la creatividad en la educación de nuestros hijos, y aprovechar ocasiones para que éstos se acerquen a Jesús con la misma naturalidad con que lo hacen a la informática, la televisión o el deporte.

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