Pertenece a la parroquia de la Trinidad, aunque desarrolla su vida de fe en la parroquia de la Purísima, que se encuentra más cerca de su hogar. El tribunal ante el que se examinó, junto a Agustina Sánchez, estuvo formado por la religiosa dominica Carmen Román, doctora en Teología Bíblica y profesora de la Facultad de Teología de Granada, quien presidió el tribunal a través de una plataforma digital; y los profesores diocesanos Ángel Nuño, doctor en Teología Dogmática, y Pedro Leiva, doctor en Teología. Ya son 139 los alumnos que han concluido sus estudios como bachiller en Ciencias Religiosas y 51 como licenciados.

¿Qué la llevó a comenzar los estudios en Ciencias Religiosas?
     
Fue el deseo de conocer mi fe y poder dar razón de ella, sin embargo ha sido para mí mucho más, y en ello estoy aún. Eso sí, tiene su dificultad.

¿Qué destacaría de sus años de estudio?

Destaco, por un lado, el entusiasmo y la alegría con las que voy a las clases y corroboro en ellas mis expectativas: adquirir conocimientos diversos que brotan de la vida de Jesús, de la Trinidad, del amor, de la misericordia, de la verdad. Por otro lado, también destaco un profesorado muy preparado y muy comprometido, y unos grandes compañeros.

¿Es importante que los laicos nos formemos en Teología?

Es muy importante que los laicos nos formemos, yo siempre estoy animando a todo el que cree – y hasta a los que no creen-  a que se acerquen y conozcan esta realidad, que la experimenten, de forma especial quienes ejercen labores pastorales.

¿Como animaría a los lectores a que se matriculen en el Centro Superior de Estudios Teológicos?

A todo el que me pregunta le digo: “creedme, es una gozada, así que,  animaos, que no os vais a arrepentir”, tanto por las materias tan interesantes, que nos ayudan a conocer nuestra fe, como por el profesorado y el ambiente que se respira. En fin, creo que son muchos los motivos por los que merece la pena hacer la matrícula, tanto oficial como de oyente. De forma oficial, cuesta un poquillo, pero merece la pena.

¿Ha cambiado su vida de fe tras esta formación?

Mucho. En cierto modo ha ordenado mi vida en muchos aspectos, me ha serenado y enriquecido como persona. Conocer a Jesús, a Dios, de una manera más profunda te ayuda, aunque cueste muchas veces, a conocer a los demás y tratar de comprenderles y también a tratar de mejorar cada día aunque sea un poquito… Ha sido un antes y un después.