Hace unos días enviaba un e-mail diciendo a todos los compañeros que Pepe Álvarez Curiel estaba en el hospital con un asunto “de importancia”.

Y efectivamente, así ha sido. Pepe últimamente tenía un tumor de colon y otro en el pulmón, aparte de deterioro físico en general.

Esto ha llevado a su fallecimiento, la noche pasada, hacia las dos.

Hoy la Liturgia nos ofrece un texto bíblico del evangelista Juan:

“No perdáis la calma, creed en Dios, creed también en mí –dice el Señor-. En la casa de mi padre hay muchas moradas y voy a prepararos sitio… Volveré y os llevaré conmigo para que donde yo esté, estéis también vosotros… Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,1-6).

Nada más apropiado para la ocasión que nos toca vivir en esta jornada:

Confiemos en el Señor plenamente. Él ha preparado sitio junto al Padre Dios a nuestro hermano Pepe, Él lo ha llevado consigo al Reino de la luz y de la paz. Estamos seguros en el Señor.

Pepe nació aquí en Villanueva del Rosario hace 69 años, el 19 de mayo de 1938. Su familia, de todos es sabido, una familia de trabajo, llena de sencillez y humildad, caracterizada por el servicio y el cariño a todos los vecinos. Sus padres, Juan y María tuvieron 6 hijos: por el nombre de su abuelo, Pedro, en el pueblo les llamaron cordialmente “los pedrines”: aquí Pepe era “Pepe pedrines”, “el cura pedrines”.

Luego, los años de Seminario, destacando siempre Pepe por su gran inteligencia, por su cercanía y cordialidad con todos, por su disponibilidad total.

Así hasta ser ordenado sacerdote en 1962, el 20 de mayo.

Posteriormente, estudiante en el Instituto Bíblico de Roma y en la Escuela Bíblica de Jerusalén. En Roma era recordado como “aquel pequeño de Málaga muy listo y enormemente agradable” (decía el que fue gran profesor, gran investigador y gran biblista, P. Luis Alonso Schökel; con quien Pepe se convirtió en un excelente especialista en Sagrada Escritura).

Después vinieron las distintas encomiendas pastorales: desde antes de ser sacerdote, todavía Diácono, en agosto de 1961 fue nombrado Formador del Seminario Menor Diocesano, tarea en la que estuvo hasta septiembre de 1965.

De 1965 a 1975, en Venezuela: diez años de formador y profesor en el Seminario de Cumaná, y con atención a varias parroquias y monasterios de religiosas carmelitas.

En septiembre de 1975 retorna a Málaga, hasta 1981: vicario parroquial de San José, luego de la Encarnación, y finalmente párroco de Rincón de la Victoria y encargado de Benagalbón y Moclinejo.

En 1981 vuelve de nuevo a Venezuela, ya la llevaba muy en su corazón. Cuatro años ahora en aquellas tierras; como antes, también ahora con la Misión Diocesana de Málaga.

Por fin, desde 1985 lo tenemos en Málaga. Ahora es párroco de San Juan de Dios y capellán de la Residencia “Madre Carmen”.

Desde 1989 compaginó el trabajo parroquial y de capellanías con lo educativo: profesor de Instituto desde 1989 a 2004, y profesor en el Seminario y en el Instituto de Ciencias Religiosas desde 1989 hasta el mes pasado.

Pues bien, unidos todos nosotros, rezamos por Pepe ahora en la Eucaristía. Que el Señor le conceda la morada que para él tenía prevista y preparada en el Reino de los Cielos.

Antonio Aguilera Cabello,
Vicario del Clero